Las primeras horas del año han registrado cuatro muertes violentas, tres de ellas en distintas reyertas ocurridas en Irún, Cádiz y Torrevieja, y otra en un tiroteo en Tarragona.

Los fallecidos son un hombre de 41 años a manos de su hijo; un guardia civil de 45 y un joven de 21 años, en sendas peleas, y otro hombre más, por disparos.

En Cádiz, en la localidad de Puerto Serrano y a las 7.00 de la mañana, un hombre de 41 años moría apuñalado por su hijo, de 17.

Tras diferentes pesquisas, el joven fue localizado en la vivienda de un familiar, donde reconoció los hechos y no opuso resistencia a su detención.

Al parecer, la discusión entre el menor y su padre comenzó en el domicilio familiar, ubicado en la zona conocida como Pecho de la Fuente, en la periferia de la localidad serrana, aunque después ambos salieron a la calle y fue allí donde el joven apuñaló mortalmente a su progenitor.

En Irún (Guipúzcoa) y poco antes de las ocho de la madrugada fallecía un Guardia Civil de 45 años, destinado en esta localidad.

La pelea que originó el crimen se desató en el interior de la discoteca, donde el fallecido disfrutaba con unos amigos de la fiesta de fin de año.

A las 7.50 era alertado el servicio de Emergencias que tras desalojar la discoteca no puedo hacer nada por el agente herido. Mientras tanto, la Ertzaintza busca al homicida, un varón de 30 años con múltiples antecedentes policiales y que ha estado varias veces en prisión.

En Torrevieja (Alicante) y alrededor de las 8.00 de la madrugada, un joven de 21 moría por heridas de arma blanca, mientras que la joven de 27 años que lo acompañaba resultó herida.

El suceso ocurrió en una calle del casco urbano de esta localidad alicantina, y las dos víctimas de la pelea fueron localizadas en la calle por los servicios sanitarios, que no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven.

La crónica negra de esta noche se cierra con el caso de un hombre que murió tras ser tiroteado en los alrededores de su casa en la localidad de Mont-roig del Camp (Tarragona).

Fue sobre las 21.00 horas cuando se produjo este suceso en el que los Mossos d'Escuadra, si bien mantienen abiertas todas las vías de investigación, cada vez dan más fuerza a la posibilidad de que el crimen sea fruto de una revancha.

Mientras investigan el pasado de la víctima por ver si tenía relación con algún asunto turbio, los Mossos d'Escuadra buscan al autor o autores del crimen.

En la capital de España, sin embargo, los datos facilitados por el servicio de Emergencias de la Comunidad de Madrid y el Samur hablan de una Nochevieja tranquila, en la que se registraron muchos incidentes pero ninguno grave.