Este artículo se publicó hace 17 años.
Cuatro de cada diez mujeres con alto riesgo de cáncer de mama optan por la cirugía
Cuatro de cada diez mujeres que descubren, mediante un test genético, su alto riesgo de padecer un tumor en el pecho, optan por extirparse las mamas, según el primer estudio de cáncer hereditario desarrollado en el Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid.
Pedro Pérez-Segura, responsable del Consejo Genético de este centro y miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), informó hoy a Efe de que el 40 por ciento de las mujeres mayores de veinticinco años, con un 70 por ciento de posibilidades de sufrir un cáncer de mama, eligen la cirugía profiláctica.
El doctor, que intervino en el XI Congreso Nacional de la SEOM, en el que participan más de un millar de expertos, sostuvo que las intervenciones quirúrgicas preventivas son "muy efectivas", aunque advirtió de que "no reducen a cero" el riesgo de padecer un tumor.
Argumentó que los estudios llevados a cabo en las personas susceptibles de tener un cáncer hereditario han reducido la mortalidad en un 60 por ciento de los de colon y entre el 50 y el 90 en los de mama.
Destacó que el 95 por ciento de las consultas realizadas se refieren a cáncer de mama, ovarios y colon, lo que se corresponde con las patologías más frecuentes entre aquellas que tienen un componente genético potencialmente tratable.
Para la realización de los test genéticos, se siguen unos criterios basados en el número de afectados del mismo cáncer en el seno de una sola familia; la edad precoz en el diagnóstico del tumor; el número de órganos dañados y si hay tumores diferentes en la misma persona.
Pérez-Segura explicó que los cánceres son enfermedades multifactoriales debidas al efecto combinado de elementos genéticos y ambientales, mientras que una "pequeña proporción" -entre un 5 y un 10 por ciento de todos los tumores- tienen un carácter familiar.
Estos últimos pueden ser detectados mediante las pruebas de ADN, realizadas a partir de un análisis de sangre, donde se observa si los genes "están alterados" y "cuál es el riesgo, en porcentajes, de que se produzca un cáncer".
Una vez determinado el peligro existente, informó de que las medidas de prevención van desde "revisiones médicas periódicas mucho más intensivas", para detectar el problema en fases iniciales, hasta la "quimioprotección", que reduce en un 50 por ciento las posibilidades de albergar la patología.
El doctor apostilló que la medicación puede tener "efectos secundarios" por lo que su consumo tiene que ser "valorado de una manera individualizada", al igual que el recurso a la extirpación de un órgano, "la medida más agresiva pero, también, la más efectiva".
Pérez-Segura hizo hincapié en que en los últimos años se han identificado alrededor de cuarenta genes implicados en otros tantos síndromes de predisposición hereditaria al cáncer.
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