Este artículo se publicó hace 16 años.
El "sí" del Congreso al plan de rescate financiero no reanima a Wall Street
Los inversores de Wall Street mostraron hoy un cierto alivio al aprobarse el plan del Gobierno para remediar la crisis financiera y conocer que el banco Wells Fargo compraba Wachovia, pero el mercado cerró finalmente la semana a la baja.
Acababa así una semana de infarto, que se inició con una caída de 777,68 puntos o casi un 7% en el Dow Jones de Industriales, la mayor en puntos de la historia, y a la que siguió una subida del 4,68% o 485,21 puntos, la mayor en seis años.
Esos sobresaltos y la evolución de los índices en las tres jornadas siguientes fueron al compás de la marcha que seguía en Washington el plan del Departamento del Tesoro para sanear las cuentas de las entidades financieras y restaurar la confianza entre bancos, con el objetivo de que vuelva a fluir el crédito.
Los operadores de Wall Street prácticamente se cruzaron de brazos en los momentos previos a la votación en la Cámara de Representantes y no apartaron la mirada de las pantallas de televisión hasta comprobar que los legisladores daban el visto bueno al plan de rescate.
El índice Dow Jones de Industriales subió más de 300 puntos al hacerse evidente que el proyecto no sería rechazado, como ocurrió el lunes.
Pero, el optimismo, que predominó también en las primeras horas de negociación, se diluyó a medida que se acercaba el cierre y los expertos recordaban que este plan no resolverá de inmediato los problemas económicos ni el deterioro de los precios de la vivienda o la erosión del empleo.
Entre esas voces estaba la del multimillonario Warren Buffett, uno de los inversores más respetados en este país, quien declaró al canal financiero CNBC minutos después de aprobarse el plan que este "no es la panacea" para los problemas de la economía, aunque ayudará a descongelar el mercado del crédito, entre otras ventajas.
Al final de la jornada, el Dow Jones de Industriales perdía un 1,5%, el mercado Nasdaq descendía un 1,48% y el selectivo S&P 500 retrocedía un 1,35%.
Este sombrío cierre bursátil refleja también que los inversores no pudieron obviar al final los desalentadores datos de empleo que recibieron y que reflejaban que en septiembre se perdieron 159.000 ocupaciones, unas 50.000 más de lo que se preveía.
La fuerte erosión del mercado laboral, que se suma a otros datos recientes que revelaron un mayor descenso de la actividad en el sector de la manufactura o los servicios, borraron la alegría con la que los inversores habían recibido la noticia de que el banco Wells Fargo adquiría a su rival Wachovia sin ayuda gubernamental.
Wells Fargo, una de las entidades bancarias más sólidas en este país, anunció un acuerdo definitivo para adquirir Wachovia en su totalidad, en una operación valorada en 15.100 millones de dólares.
El acuerdo sorprendió a muchos en Wall Street y también a los ejecutivos de Citigroup, que cuatro días antes anunciaron que habían llegado a un compromiso para quedarse con las operaciones bancarias de Wachovia, lo que le convertía en la mayor entidad bancaria de EE.UU. con depósitos de 1,25 billones de dólares.
El optimismo que infundió esa operación y la confianza en que saldría adelante el plan de rescate financiero en EE.UU. se contagió a las principales bolsas europeas, que cerraron con amplias subidas.
En Londres, el índice FTSE subió un 2,26%; en París, el CAC-40 ganó un 2,96%; en Francfort, el DAX-30 ascendió un 2,41% y en Madrid el Ibex-35 avanzó un 3,78%.
Sin embargo, a medida que avanzaba la jornada bursátil en EE.UU., Citigroup, Wachovia y Wells Fargo se enzarzaban en una polémica sobre si prevalece o no el compromiso a que habían llegado los dos primeros y por momentos parecía que el asunto podría acabar en los tribunales, lo que desanimó a algunos inversores.
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