Este artículo se publicó hace 15 años.
"El conflicto con la SGAE nos ha traído publicidad"
A sus 62 años, el madrileño Fernando Rojas, director de 'Fuenteovejuna', reconoce que no se siente intimidado por el reto
Aunque algunos lo definen como "al borde del infarto" en estos días de calor absoluto y agitación en la dirección de una obra que pone sobre el escenario a unas 300 personas, Fernando Rojas, director de Fuenteovejuna, regresa a la localidad homónima de la obra de Lope de Vega tras nueve años y dos ediciones de ausencia. A sus 62 años, este madrileño acumula 48 de tablas como actor, director y productor, y reconoce que no se siente intimidado por el reto. "Mi equipo ha trabajado en castillos, en monasterios, ha representado batallas medievales Toda esa experiencia se vuelca aquí y por ello no tiene mayor dificultad el evento", explica.
"Nunca tuve la sensación de que la representación corría peligro, nadie podría impedirlo"Sin embargo, esta Fuenteovejuna también tiene sus complicaciones. "Conjugar el movimiento de masas con la interpretación de los actores, que llegan con la obra muy ensayada, y sumar el elemento irracional de los caballos sobre la escena tiene su complejidad", explica.
Rojas es consciente de que se encuentra en el centro de la polémica. Él ha puesto, en cierta forma, entre la espada y la pared a la SGAE ya que pide su parte por un texto clásico. La SGAE argumenta que es una adaptación y él que "se han respetado los textos de Lope".
Además, asegura que no es socio de la SGAE, "luego no pido que defiendan mis derechos", y que ha cedido esos derechos al Ayuntamiento. Consciente de que el show debe continuar siempre, explica que en ningún momento ha pesado la amenaza de la SGAE sobre la obra "aunque sí he tenido que responder a las preguntas de los periodistas que han llamado continuamente". Y "jamás tuve la sensación de que la representación corría peligro, nadie podrá impedirlo", confiesa.
Sin embargo, no elude la parte positiva que tiene toda polémica. "Es evidente que ha supuesto mucha publicidad para la obra, y es bienvenida para cualquier manifestación cultural. Eso siempre beneficia, atrae a más espectadores".
Su aportación a la obra es la espectacularidad: fuego, caballos y hasta 300 personas en escenaRespecto a los cambios que ha visto en el pueblo desde que dirigió la obra en el año 2000, afirma que "en los 90, con las primeras representaciones que dirigió Mari Paz Ballesteros se inculcó el espíritu del teatro". En esta ocasión, su aportación es la espectacularidad. "La batalla con los caballos aumenta la emoción, hemos humanizado a los Reyes Católicos, que aparecen como padres de su primera hija, Isabel, hay más música con canciones de época, los tormentos pasan al primer plano y aparece en ellos el fuego", explica.
Con todo ello, Rojas se propone que los espectadores recorran siglos hacia atrás, que vuelvan al hecho histórico en que los habitantes de un pueblo desafiaron al poder a través de la ensoñación del teatro. Por supuesto, pide mierda para el estreno. "Y la de los caballos es la que trae más suerte en el teatro".
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