Cientos de personas han llenado esta tarde la Catedral de Burgos en la misa funeral por el alma del guardia civil burgalés asesinado por ETA en Mallorca, Carlos Sáenz de Tejada, que ha oficiado el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín.

La familia del guardia civil asesinado ha estado acompañada por autoridades civiles, entre las que se encontraban el vicepresidente segundo de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, y el alcalde en funciones de Burgos, Javier Lacalle (PP), además de muchos militares y guardias civiles de paisano.

El arzobispo de Burgos ha manifestado su "condena más contundente por estos hechos inhumanos", como el asesinato de Sáenz de Tejada y el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Burgos, y ha ofrecido la misa "por el fin del terrorismo y la paz en nuestro pueblo".

En su homilía, Francisco Gil Hellín ha recordado el "vil asesinato" de los dos guardias civiles en Calviá (Mallorca) y ha pedido a los terroristas "que depongan las armas, pidan perdón y sufran el justo castigo" por este "crimen horrendo".

"Después de tantísimos años de violencia y tantos asesinatos", Gil Hellín ha reclamado el "cese de todo terrorismo" y la conversión de "quienes siembran cizaña, enfrentamiento y discordia entre los españoles".

El arzobispo ha destacado que Burgos ha vivido de cerca la "lacra social" del terrorismo en la última semana y ha señalado que "la ciudad podría estar sumida en un mar de dolor, de no haber resultado fallido el atentado contra la Casa Cuartel que a todos nos ha horrorizado", el pasado 29 de julio.

Gil Hellín ha afirmado que "el terrorismo es intrínsecamente perverso" y, en su opinión, "merece el rechazo de todos los hombres que reconozcan su dignidad". EFE

Los restos mortales de Carlos Sáenz de Tejada, que tenía 28 años, recibieron sepultura el pasado domingo día 1 en Burgos.

En el atentado del pasado día 30 en Calviá, también fue asesinado el guardia civil mallorquín Diego Salvà.