Cesc Fábregas, centrocampista del Arsenal, dio el gran "susto" del partido amistoso de la selección española ante Azerbaiyán, al sufrir un golpe en la frente en la jugada en la que provocó un penalti, y tuvo que recibir siete puntos de sutura.

Cesc salió de los vestuarios con una tirita en la frente que tapaba los siete puntos que le aplicaron los doctores de la selección y un buen chichón por el golpe que sufrió.

"Ha sido un buen susto, pero lo importante es que queda en anécdota", reconoció a Efe el capitán del Arsenal antes de subirse al autobús del equipo ligeramente mareado.

"Me he asustado en el momento del golpe, al ver la sangre, pero, después de que me hayan cosido, podía haber seguido jugando. Al ser un amistoso y estar bastante mareado era mejor no forzar", añadió.

Cesc destacó la regularidad de la selección española pese al bajo nivel del rival. "La lectura del partido tiene que ser positiva porque hemos demostrado que damos la cara en todos los partidos, ante cualquier rival que tengamos delante y sea partido amistoso u oficial".

"El grupo está muy ilusionado con la Copa de las Confederaciones. Vamos a Sudáfrica contentos tras un buen entrenamiento para preparar la Copa Confederaciones. Vamos en serio a por una competición que consideramos más importante de lo que mucha gente está pensando", añadió.

El centrocampista español del Arsenal aseguró que el objetivo de los internacionales es "regresar a España con una copa por segundo año consecutivo" y "dar una nueva alegría a la afición porque sentimos que tenemos un buen equipo para ganar".