Este artículo se publicó hace 15 años.
El caso de Haidar pone a prueba las relaciones con Marruecos
Un pulso entre Marruecos y España por el caso de la activista saharaui Aminatu Haidar, en huelga de hambre desde hace 25 días, se ha convertido en la mayor prueba para una luna de miel diplomática entre ambos países que ha impulsado la cooperación en seguridad, en inmigración ilegal y en comercio.
Sin embargo, hablar de un daño permanente a las relaciones entre los vecinos mediterráneos por el caso de la defensora de la independencia del Sáhara Occidental parece excesivo, dicen analistas.
Haidar ha consumido sólo agua azucarada durante casi más de tres semanas después de que las autoridades marroquíes la impidieran entrar en el Sáhara tras regresar de un viaje al extranjero, y la metieran en un avión con destino a Lanzarote.
Artistas españoles se han unido a Haidar en la condena de lo que consideran complicidad del Gobierno español en su expulsión. El Gobierno español, sobrepasado, le ha pedido a Haidar que vuelve a alimentarse y a Marruecos que la permita volver a su casa en El Aaiún.
Pero Rabat se ha negado a no ser que la activista jure lealtad al jefe del Estado, el rey Mohamed VI, cuyo padre Hasan II se hizo con el control de la mayor parte del Sáhara Occidental en noviembre de 1975 después de la retirada del Ejército español.
Los periódicos españoles han seguido la historia y sacado imágenes de una Haidar cada vez más delgada en sus portada casi todos los días, y el miércoles, El País dijo que ambos gobiernos han cometido errores.
"El destrozo en las relaciones que ha provocado el caso de Aminatu Haidar demuestra la debilidad de las bases sobre las que están construidas",
En general, las inestables relaciones entre España y su vecino del sur han mejorado desde la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, que alineó su política exterior con la de Francia, el aliado más incondicional de Marruecos.
Tanto España como Marruecos han visto beneficios a cambio.
Las empresas españolas, que pasan por una recesión, están buscando beneficiarse de la base industrial de Marruecos para reducir los costes económicos, y Marruecos necesita la inversión para combatir la pobreza.
Marruecos proporcionó pruebas y detuvo a sospechosos después de los atentados del 11 de marzo en Madrid en los que murieron 191 personas. Gracias a una mejor cooperación fronteriza se ha reducido el tráfico de drogas y el número de inmigrantes que pasan ilegalmente a Europa.
"Los marroquíes saben que los españoles estaban desesperados por actuar contra la inmigración ilegal y la reducción de la inmigración clandestina ha sido una gran ventaja para Zapatero", dijo David Hartwell, editor de Oriente Próximo del grupo de información Jane's. "Cualquier indicio de que los marroquíes podrían comenzar a jugar a la política con todo eso podría ser muy perjudicial para él".
MARRUECOS TIENE LA VENTAJA
Haidar fue examinada el fin de semana por un forense y por un juez, que han determinado que no la van a ingresar momentáneamente para alimentarla por la fuerza.
Su huelga de hambre ha aumentado la concienciación sobre el problema del Sáhara Occidental y la responsabilidad de España, cuya rápida retirada del territorio contribuyó a la indefinición en la que vive hoy.
Los grupos de defensa de los derechos humanos acusan a Marruecos de hacer caso omiso a los derechos de los saharauis y de torturar y abusar de los disidentes que se oponen a su presencia en el Sáhara Occidental.
Marruecos niega esas acusaciones, diciendo que las mayoría de los saharauis se consideran marroquíes y que los que no están en la nómina del grupo independentista Frente Polisario y su aliada Argelia.
La negativa de Marruecos al regreso de Haidar demuestra que se siente lo suficientemente fuerte para poner a prueba los nervios de uno de sus más estrechos aliados.
Ningún país reconoce oficialmente la reclamación de Rabat sobre el Sáhara Occidental, pero tiene un fuerte apoyo de España, Estados Unidos y la ex potencia colonial Francia.
La agencia de noticias de Argelia APS citó el martes al enviado de Polisario ante las Naciones Unidas, Ahmed Bujari, diciendo que si Haidar muere no se reanudarían las conversaciones sobre el futuro estatus del Sáhara Occidental .
El Polisario quiere un referéndum sobre en el que se incluya la opción de la independencia. Marruecos, que ha metido dinero y gente en el territorio rico en pesca y minerales, ha propuesto una autonomía limitada bajo soberanía marroquí.
Marruecos ha permitido a Haidar y otros activistas saharauis que viven en el Sáhara Occidental viajar al extranjero en los últimos años. Pero el rey Mohamed VI indicó un cambio de esa política el mes pasado cuando pidió acciones contra los traidores que amenazan la "integridad territorial" de Marruecos.
"No estoy seguro que la huelga de hambre de Haidar tendrá mucho impacto", dijo Geoff Porter de Eurasia Group. "En última instancia, la comunidad internacional prefiere ver un Sáhara Occidental bajo la soberanía marroquí que un estado independiente inestable entre el océano y el desierto".
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