Este artículo se publicó hace 13 años.
El candidato dice que "nunca" pidió a Zapatero un adelanto
"Comparte plenamente" las razones esgrimidas por el presidente
No tuvo que aguardar mucho el candidato socialista para tropezar con la pregunta clave que recorrió toda la jornada de ayer: ¿hasta qué punto la decisión de anticipar las elecciones generales al 20 de noviembre era un producto cien por cien Zapatero o más bien una determinación muy influida por la voluntad del equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba? Las primeras preguntas de la rueda de prensa convocada ayer por la tarde en la sede federal, en Ferraz, ya caminaban en esa dirección.
Rubalcaba se atuvo al guión y desmintió con denuedo que hubiera exigido al jefe del Ejecutivo el corrimiento del calendario. "Se han dicho muchas cosas. El proceso de decisión del presidente es suyo, y me remito a lo que él ha dicho. Comparto plenamente sus razones. Sí quiero decir que yo nunca he pedido al presidente del Gobierno que adelantara las elecciones. No se lo he pedido nunca y quiero que quede bien claro", remachó.
El exvicepresidente muestra "respeto" a lo que haga Griñán en Andalucía
El exvicepresidente del Gobierno sí admitió que había "hablado" con Zapatero de la fecha de los comicios. Y que siempre había albergado la convicción de que el presidente se guiaría "exclusivamente" por los "intereses de España". "Y así lo ha hecho", subrayó.
Mostró "respeto" también por la decisión que tome el presidente andaluz, José Antonio Griñán, de reservar marzo para los comicios autonómicos. Y excluyó toda relación del anticipo con el respiro que el miércoles proporcionó el CIS, cuyo último barómetro refleja un recorte de la ventaja del PP en 3,3 puntos. "No pretendo convertirme en analista de encuestas. Pero da la impresión de que los vientos han girado", respondió.
El PSOE no pretende que la cuestión de la fecha monopolice su agenda. Rubalcaba se vistió en cuanto pudo con su único traje de candidato para afrontar la "nueva etapa en la política española" que se abrió ayer. "Voy a esforzarme en explicar a los ciudadanos mi visión de futuro, mi programa, mis prioridades, los compromisos que quiero establecer con los españoles y hacerlo de manera clara". Entonces enjaretó sus conocidos cuatro ejes primordiales de actuación: crear empleo, alcanzar una "economía sana y competitiva", "reforzar la igualdad de oportunidades" e introducir "reformas democráticas" al socaire del 15-M. Remarcó que son objetivos "ambiciosos y realistas", contenidos en "un programa pensado para ganar y pensado, sobre todo, para gobernar".
TVE, Telecinco y Antena 3 solicitan a los dos partidos un debate en televisión
Fiel a su estilo de preservar los espacios y los tiempos, subrayó que, formalmente, los comicios no están convocados. Aún queda trecho hasta el 27 de septiembre. El recordatorio tenía forma de aviso a un PP que, a juicio del PSOE, quiere erigirse en exégeta de la voluntad de los electores: "No cabe formular teorías de qué quieren los ciudadanos, de a quién apoyan, porque los votos no son de nadie". Es decir, que nada está ganado o perdido, como ha comentado en otras ocasiones. Y que los socialistas no se dirigen a la contienda desde las catacumbas: el PSOE "ha sabido en su historia conectar" con una mayoría de ciudadanos y eso intentará revalidar el 20-N, así que arranca este proceso "convencido" de que será "capaz de recuperar la confianza perdida" para construir "una España distinta, una España mejor". Con la ayuda, además, de los expertos y las organizaciones a las que el partido invitará para redactar el programa. "Estamos preparados, estoy preparado, el PSOE está preparado", convino solemne.
"Abrir" discusionesRubalcaba hizo de nuevo hincapié en que rehúye la crispación, pues persigue un "proyecto colectivo para salir de la crisis". Aspira a una campaña en la que se hable de propuestas, y reconocerá "las que estén bien" de otros partidos. Pretende "abrir debates que están en la sociedad", con iniciativas "tan justas como razonables", como imponer una tasa a la banca o dar facilidades a los ahogados por su hipoteca, planteamientos que, advirtió, han recogido entidades como el Santander.
El candidato está dispuesto a un debate con Mariano Rajoy. Se congratuló de que el líder del PP dijera estar "encantado" de enfrentarse a él. "Miel sobre hojuelas, ya somos dos", dijo. Vista la predisposición de ambos, ayer Telecinco y Antena 3 solicitaron a PSOE y PP un duelo en televisión. TVE va a pedir un cara a cara, pero también requerirá un debate "con todos los grupos parlamentarios", informa Rebeca Fernández.
Ahora le queda todo el trabajo por delante y no "muchas vacaciones". "Estoy acostumbrado", comentó con amplia sonrisa. A fin de cuentas, asumió, él es un "estajanovista" convencido. Y orgulloso.
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