Este artículo se publicó hace 16 años.
Bush usa la venta millonaria de material militar para cercar a Irán
El presidente de EEUU, George W. Bush, inició hoy su primera visita a Arabia Saudí con el anuncio de una venta multimillonaria de material militar al reino árabe para cercar a Irán en el Golfo Pérsico.
El paquete incluye tecnología para convertir bombas convencionales en municiones de precisión con sistemas de navegación por satélite, conocida como JDAM ("Municiones de ataque directo conjunto") y otros sistemas bélicos avanzados.
El anuncio oficial será realizado hoy, según confirmó el Consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley.
La iniciativa había sido adelantada en julio por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien habló de un paquete total de 20.000 millones de dólares para los aliados de Estados Unidos en el Golfo Pérsico.
En cambio, recientes filtraciones a la prensa en Washington parecen sugerir que ese monto se referiría sólo a las compras por parte de Arabia Saudí.
El plan no había llegado a materializarse desde julio debido a las objeciones de algunos legisladores, que dijeron que era un peligro para Israel, un país que no es reconocido por ninguna nación de la península arábiga.
No obstante, la Casa Blanca ha querido sacarlo adelante para coincidir con la gira de Bush por Oriente Medio, donde el Presidente ha dicho que reforzará las relaciones militares con los países del Golfo para enfrentarse a Irán "antes de que sea demasiado tarde".
Israel, que está muy alarmado por el programa atómico del Gobierno de Teherán, retiró sus objeciones a la venta después de que EEUU le prometiera una asistencia militar de 30.000 millones de dólares durante diez años, según un pacto firmado en agosto.
Allanado así el camino, el departamento de Estado notificará hoy al Congreso la operación, como requiere la ley, tras lo cual la Legislatura tendrá 30 días para expresar cualquier reparo.
En 1986 el Congreso logró bloquear una venta de misiles portátiles Stinger a Arabia Saudí propuesta por el entonces presidente, Ronald Reagan.
Y no es sólo Bush quien ha traído regalos a Riad. El "Air Force One", el avión presidencial, aterrizó procedente de Dubai poco después de que abandonara la capital saudí el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El líder galo, quien ha endurecido la política de su país respecto a Irán en relación a sus predecesores, dijo que había tratado con las autoridades saudíes la posible venta de helicópteros, aviones, fragatas, submarinos, un sistema de defensa aérea y equipos para la vigilancia de las fronteras del reino wahabí.
La operación ascendería a 22.000 millones de euros (32.500 millones de dólares), pero Sarkozy no llegó a rubricar ningún acuerdo concreto.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, no se quedó callado y hoy instó a sus vecinos del Golfo Pérsico a analizar su propia propuesta de colaboración económica y de seguridad para la región.
Arabia Saudí teme, como los otros países de la península arábiga, -todos de mayoría suní menos Bahrein-, el aumento de la influencia de Irán, que es el baluarte de los chiíes, en la zona y en su propio territorio.
Riad llegó a acusar a Teherán el año pasado de "desestabilizar" la región.
No obstante, Arabia Saudí teme una confrontación armada y últimamente ha realizado acercamientos al Gobierno de Teherán. La semana pasada, por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Saud al Faisal, pidió moderación tanto a Estados Unidos como a Irán.
Además de la política respecto a Irán, la protección de los derechos humanos y el fomento de la democracia será otro tema delicado en las conversaciones entre el rey Abdalá Bin Abdelaziz y Bush, que cenarán hoy juntos y posteriormente sostendrán una reunión de trabajo de casi hora y media.
Hadley confirmó que el Presidente mencionará el asunto. El departamento de Estado ha denunciado violaciones graves de los derechos de culto, de la mujer y los derechos políticos en general en Arabia Saudí.
Los mandatarios también abordarán las negociaciones de paz en Oriente Medio, según Hadley, quien no quiso confirmar si el alto precio del petróleo también está en la agenda.
Se prevé que la reunión entre ambos termine a las 22.25 de la noche, hora local, una hora a la que Bush normalmente ya está en el quinto sueño, pues se acuesta muy temprano.
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