La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer-Boel, se muestra reticente a la propuesta francesa de garantizar un nivel de ingresos de los agricultores, porque a su juicio lo que hay que hacer es incitar al cambio de cultivos cuando no encuentran salida.

En una entrevista publicada hoy por "Le Monde", Fischer-Boel considera que aportar un complemento de ingresos a los agricultores cuando sus productos se venden mal no les incitaría a "adaptar su producción a la demanda de los consumidores".

"La reforma de la PAC (Política Agraria Común) de 2003 establece una distinción entre ayudas y la producción para incitar a los agricultores a cambiar de productos cuando no consiguen darles salida", argumenta.

Sobre la idea francesa de aumentar el mecanismo de preferencia comunitaria, la comisaria señaló que ya existe la posibilidad de subvencionar a los agricultores europeos, con costos de producción más elevados que en otras partes del mundo, "para que respeten diferentes objetivos", como el respeto medioambiental, la sanidad animal o la calidad y seguridad de los alimentos.

En cuanto al ajuste de la última reforma de la PAC, se mostró convencida de que "encontraremos una salida" durante la presidencia francesa en la segunda mitad de 2008, aunque reconoció que hay una cierta prisa antes de las elecciones europeas de 2009.

Fischer-Boel se declaró en contra de una re-nacionalización de la PAC, y señaló que en ese caso habría que fijar una tasa máxima de subvenciones de los países, algo que no gustaría a los gobiernos.

La responsable europea consideró que no ha llegado el momento de discutir del presupuesto agrícola de la Unión para después de 2013.

Comentó que la subida del precio de los cereales y de la leche "ofrece una base sólida para las discusiones futuras, porque puede permitir existir a los agricultores".