Este artículo se publicó hace 16 años.
Los blancos regresan al castillo de Irdning sin fichajes y con Robinho molesto
El Real Madrid se reencontró, por cuarto año consecutivo, con el Hotel Schloss Pichlarn, un castillo del siglo XII convertido en hotel de lujo, ubicado entre verdes montañas, donde inicia la parte más exigente de la pretemporada sin fichajes y con Robinho molesto.
La pretemporada no ha hecho más que comenzar y el Real Madrid llega a su habitual lugar de concentración veraniego, con varias situaciones personales por resolver. Una urgente. La de Robinho, que anda 'coqueteando' con el Chelsea y hoy hizo público su malestar por no acudir con Brasil a los Juegos Olímpicos de Pekín.
"Infelizmente, no voy a poder estar con la selección. El club piensa que es mejor que haga una buena pretemporada", dijo Robinho sin morderse la lengua en una improvisada y fugaz rueda de prensa en el aeropuerto de Barajas.
El día fue frenético para los jugadores madridistas. Tras cerrar las vacaciones con la convivencia en El Algarve, acompañados de familiares, donde iniciaron la pauta de vuelta al trabajo, hoy se subió de nivel. A primera hora de la mañana, la plantilla blanca se sometió a las pertinentes pruebas analíticas.
Entrenó en la ciudad deportiva de Valdebebas, donde se tomaron medidas para los nuevos trajes que portarán esta temporada en cada viaje. Horas más tarde ya estrenaban imagen en su llegada a la Terminal 4 de Barajas.
El vuelo en un avión de mayores dimensiones a "La Saeta", en el que habitualmente efectúa los traslados durante la temporada, despegó a las 16.00 horas y a las 18.35 horas, con quince minutos de adelanto aterrizó en el aeropuerto de Graz. Desde allí, completaron en autobús los 150 kilómetros restantes hasta Irdning.
El cambio climatológico fue notable. Se pasó de los 34 grados con que despidieron la capital de España, a los 18 grados en tierras austríacas. La expedición transportó 2.500 kilos en material, entre el deportivo y alimenticio, ya que una de las novedades fue el desplazamiento de Jesús González "Chechu", el cocinero del Real Madrid.
A última hora se subieron al avión Roberto Soldado, cerca de cerrar su pase al Getafe, y Robinho. El Real Madrid solicitó a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) que libere a su jugador de acudir a los Juegos Olímpicos, tras detectarle en la analítica un problema en el pubis. El desenlace no sentó bien al brasileño.
Tras un vuelo placido -con el capitán Raúl González, en primera fila de jugadores-, en el que se repitieron imágenes habituales como la de José María Gutiérrez "Guti" jugando al juego de la 'pocha' de cartas con encargados de material y seguridad del club, el Real Madrid quedó concentrado en el Hotel Schloss Pichlarn.
Será la quinta vez que completará la parte física de la pretemporada en Irdning, la cuarta consecutiva, donde encuentra un paraje entre montañas único, con un clima favorable para el tipo de entrenamientos que realizará, con entrenamientos diseñados por Valter Di Salvo.
A la expedición se sumaron cuatro canteranos: Felipe, Antón, Dani Parejo y Callejón, junto a los jugadores del primer equipo Dudek, Codina, Miguel Torres, Salgado, Cannavaro, Heinze, Pepe, Diarra, Javi García, Guti, Robben, Sneijder, Baptista, Raúl, Higuaín, Van Nistelrooy, Saviola y Soldado.
Junto a ellos Schuster y su cuerpo técnico. Manolo Ruiz como segundo. Los preparadores físicos Walter Di Salvo, Jordi García, José Luis Sanmartín y Santiago Lozano. El doctor Juan Carlos Hernández. El nutricionista Luis Serratosa, más utilleros, fisioterapeutas, cocinero y dos responsables de prensa que atenderán a diario las necesidades de los 37 enviados especiales, que ampliaron la expedición del Real Madrid a un total de 86 personas.
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