Betancourt se retirará desde finales de enero para escribir de su cautiverio

Ingrid Betancourt, que fue rehén de la guerrilla de las FARC durante seis años y medio, ha decidido salir de la vida pública desde finales del próximo enero para escribir sobre su cautiverio, aunque no sobre todos los "horrores" que vivió en la jungla.

"Sin duda es preferible que algunos horrores se queden para siempre en la jungla. Pero hay otros recuerdos que debo sacar a la superficie porque podrán tranquilizar a otras personas", explica Betancourt en una entrevista publicada hoy por "Le Monde".

La franco-colombiana, que considera extravagantes los rumores que han circulado sobre los derechos de ese futuro libro, para el que todavía no tiene editor, reconoce que seis meses después de su liberación en julio pasado gracias a una operación del Ejército colombiano, sigue sintiéndose "nómada" como cuando estaba secuestrada.

Confirma que ha abandonado la idea de seguir con su carrera política, hastiada por "las traiciones, intereses ocultos, manipulaciones", pero que su popularidad le confiere una responsabilidad que espera materializar con la fundación que lanzó a comienzos de mes.

De su gira por Sudamérica, destaca el nuevo escenario político: "en lugar de los dictadores y sultanes que durante décadas esperaban en el trono que les besaran la mano, he encontrado a líderes abiertos, trabajadores, próximos al pueblo, y todos salidos de elecciones democráticas. Obamas".

"Todos, Michelle Bachelet en Chile, Evo Morales en Bolivia, hijos del sufrimiento en su país. Y por tanto, sensibles al drama colombiano", añade.

Aunque no critica al presidente colombiano, Álvaro Uribe, que rechaza una mediación internacional en el conflicto interno, destaca que "el hecho de que esos gobernantes sean casi todos de izquierdas les da una autoridad moral para dirigir un mensaje a las FARC al denunciar el espectáculo de barbarie que dan al mundo, al clamar (...) que privan a Colombia de una izquierda democrática que le haría falta".

La ex rehén de la guerrilla afirma que si las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaran a los secuestrados "dejarían de ser terroristas y podrían esperar el perdón y el apoyo".

En esa línea, asegura que no abandonará al guerrillero FARC Wilson Bueno Largo, "Isaza", que "ha renunciado a ser un verdugo" y ha sido acogido en Francia tras recibir una recompensa por haber desertado y haber liberado al mismo tiempo al congresista Óscar Tulio Lizcano.