Este artículo se publicó hace 15 años.
Berlusconi pide aislar a los que "fomentan la violencia"
Il Cavaliere recibe el alta médica después de cuatro días
Silvio Berlusconi quiere que su agresión sirva para aplacar las críticas de la oposición a su política. El primer ministro italiano lo comunicó por escrito nada más salir del hospital: "Si de lo que ha sucedido nace una mayor conciencia sobre la necesidad de un lenguaje más moderado y más honesto en la política italiana, este dolor no habrá sido inútil", dijo. Para ello, se deben aislar aquellas voces críticas que, según él, fomentan la violencia.
El jefe del Ejecutivo salió hoy a mediodía del hospital de San Rafael, donde ha pasado cuatro días, con una venda sobre la nariz y los pómulos, y dirigió su coche a su dentista de confianza para reconstruir sus dos incisivos superiores rotos por la agresión. En pocos días viajará a la clínica de estética Ars Médica de Suiza, a la que ya ha acudido en el pasado, para tratar de borrar las señales de la agresión de su rostro, según varias fuentes.
"Me quedarán dos recuerdos de estos días: el odio de pocos y el amor de tantos, tantísimos italianos", aseguró en el comunicado. "A unos y otros les hago la misma promesa: avanzaremos con más fuerza y determinación por el camino de la libertad. Se lo debemos a nuestro pueblo y a la democracia, en la cual no prevalecerán ni la violencia de las piedras, ni la peor de las palabras", afirmó.
Estrategia de criminalizaciónCon esta última referencia, Il Cavaliere se apunta a la estrategia de criminalización de varios medios de comunicación críticos, iniciada por su círculo de confianza. Considera que estos han alimentado un clima de odio hacia su persona e incitaron a Massimo Tartaglia a lanzarle una estatuilla el pasado domingo. Además, Berlusconi dio alas a la operación de aislar políticamente al partido Italia de los Valores, del juez Antonio di Pietro. Berlusconi desea que el principal partido de la oposición, el Partido Demócrata liderado por Pier Luigi Bersani, se aparte del juez. "
Algunos exponentes de la oposición parecen haberlo entendido: "Si saben tomar distancias de verdad de los pocos que fomentan la violencia, finalmente podrá abrirse una nueva estación de diálogo". Pero es un diálogo optativo, pues añade: "En cualquier caso, nosotros avanzaremos en el camino de las reformas que los italianos nos piden".
Bersani rechazó que la oposición sea la única que deba revisar su actitud: "Lo que nosotros tenemos que hacer lo sabemos bien. Berlusconi y su partido deben pensar también lo que les toca hacer a ellos". Añadió que le dejan "perplejo" los planes del Gobierno de endurecer el control sobre Internet y las manifestaciones públicas.
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