La basura se amontona en las playas británicas

La cantidad de basura arrojada a las playas británicas ha aumentado en más del doble en los últimos 15 años hasta alcanzar su nivel más alto de la historia, poniendo en peligro la salud de humanos y vida salvaje, según un estudio publicado el miércoles.

La Sociedad de Conservación Marina (MCS, en sus siglas en inglés) señaló que su encuesta anual Beachwatch 2008 ha hallado una media de 2.195 objetos tirados por cada kilómetro de playa, lo que supone un aumento del 110 por ciento desde 1994.

Unos 5.000 voluntarios limpiaron y supervisaron 374 playas para esta encuesta, descubriendo 385.659 desperdicios en el proceso.

Objetos como envoltorios de comida y colillas de cigarrillo arrojados por el público supusieron más de un tercio de la basura, mientras que el material viejo de pesca representaba un 13 por ciento.

La MCS señaló que los animales marinos y las aves de costa a menudo comen basura o plástico de forma accidental, lo que puede producirles infecciones o la muerte.

Las líneas y redes de pescar tiradas son otra causa común de enganches para la fauna marina, añadió la asociación.

También los humanos se ven afectados por estos desperdicios, ya que algunos plásticos pueden atraer sustancias químicas tóxicas, mientras que los animales que se alimentan filtrando el agua y que ingieren partículas de plástico podrían hacer que estos elementos contaminantes terminasen en la cadena alimentaria humana.

Además, los Ayuntamientos y los contribuyentes se han gastado millones de libras retirando la basura de las playas.

El objetivo de la MCS es reducir a la mitad la basura en las playas británicas para 2015, y para ello ha pedido al Gobierno que tome medidas.

Sin embargo, el ministro de Medio ambiente, Huw Irranca-Davies, señaló que este tema depende del público y no del Gobierno.

"La basura va en nuestras papeleras, no en nuestras playas, y en último término esto es una cuestión de responsabilidad personal", dijo.

"Éste es un problema causado por una minoría que estropea las cosas para todos los demás, y las campañas contra este comportamiento pueden ayudarnos a hacer que esto sea inaceptable para todo el mundo", afirmó.