Este artículo se publicó hace 15 años.
El barco pirata más buscado está en Galicia
El Furabolos lleva tres meses en España pese a que la UE prohíbe su presencia en los puertos.
Uno de los barcos de pesca pirata más buscados en todo el mundo, el Furabolos, lleva tres meses atracado en el puerto de Santa Uxía de Riveira (A Coruña), pese a que, en noviembre de 2008, la Comisión Europea vetó su presencia en cualquier puerto de la UE. Su historia es rocambolesca. El 4 de diciembre del año pasado, el Furabolos, rebautizado como Eros dos, entró impunemente en el puerto gallego, "presuntamente para reparar una avería", según fuentes de la Guardia Civil del puerto.
Según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, se permitió su entrada porque "no figuraba con esa denominación [Eros dos] en ninguna lista sobre pesca ilegal". Los servicios de inspección pesquera tardaron dos meses en darse cuenta de que el Eros dos era el Furabolos, pese a que su antiguo nombre está grabado en el casco de acero del barco y es incluso más visible que su denominación actual.
El barco pirata, según denuncia la organización ecologista Oceana, fue observado en febrero de 2008 en aguas internacionales del Atlántico Nordeste pescando sin licencia, por lo que se prohibió su acceso a los puertos de los países miembros de la Comisión para las Pesquerías del Atlántico Nordeste, en la que se encuentra España. Sin embargo, el buque atracó en el puerto de Tenerife en octubre de 2008. Un mes después, el Furabolos se incorporó a la lista negra de barcos pirata de la UE. Y, desde entonces, atraca en Riveira.
"Pasividad"
El ministerio de Elena Espinosa, muy criticada por los ecologistas por su "pasividad" frente a la pesca ilegal, señaló ayer en un comunicado que "en el momento de la inspección [dos meses después del atraque del barco] no existían capturas a bordo". La Secretaría General del Mar, no obstante, ha abierto una investigación para determinar la situación legal del pesquero. Los inspectores se han encontrado con el habitual embrollo burocrático que rodea a la pesca pirata. Según Oceana, la empresa española Albacora, propietaria de una de las principales flotas atuneras de Europa, cambió la bandera española del Furabolos por la de las Islas Seychelles en 2004, gracias a las ayudas económicas de la UE, empeñada en reducir su flota pesquera mediante la exportación de barcos. Hoy, el Eros dos enarbola la bandera panameña y pertenece a una empresa "fantasma", Suarpesca, según la ONG.
Para el director de investigaciones de Oceana en Europa, Ricardo Aguilar, Santa Uxía de Riveira cumple hoy la misma función que Argel, escondite de los corsarios berberiscos, en el siglo XIX. "El Gobierno asegura que está firmemente en contra de la pesca ilegal, pero los puertos españoles son refugios de piratas", critica. La ONG exige al gabinete de Elena Espinosa que envíe el Furabolos al desguace para dar ejemplo a los miles de barcos que, según la FAO, pescan de manera ilegal en el mundo, poniendo en peligro especies como el atún rojo, la merluza negra y el bacalao.
Pesca ilegal subvencionada con dinero público
El Ministerio de Medio Ambiente reconoció el jueves haber destinado 2,8 millones de euros de fondos públicos desde 2004 a la empresa Vidal Armadores, cuyo antiguo administrador, Antonio Vidal Pego, fue el primer pirata pesquero condenado por la justicia de EEUU, en el año 2006. La organización ecologista Greenpeace pidió el mismo jueves a la Audiencia Nacional que investigue a la empresa española por pesca ilegal y emplazó al Gobierno a recuperar las ayudas económicas entregadas: 3,6 millones de euros según la ONG. A pesar del historial de Vidal Armadores, el Ministerio autorizó en enero de 2008 a uno de sus buques a faenar en Namibia "durante todo el año", según Greenpeace.
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