Este artículo se publicó hace 12 años.
Barceló celebra que su obra Elefandret sea un punto de reunión en Nueva York
Miquel Barceló aseguró hoy en Nueva York estar encantado de que su escultura "Elefandret", que permanecerá instalada hasta finales de mayo en la Gran Manzana, se haya convertido en un punto de reunión, y la comparó con un árbol africano de la palabra, bajo cuyas ramas la gente acude a conversar.
Barceló (1957) explicó a Efe que cada vez que pasa por delante de su escultura, situada en Union Square desde septiembre y en la que recreó a un paquidermo boca abajo, sustentado por su propia trompa, ve "a asiáticos haciéndose fotos o a gente que se ha citado allí, y eso me gusta".
"Es como un árbol africano de la palabra, en el que las personas se reúnen para hablar, o para beber, que es todavía mejor", afirmó Barceló, quien protagonizó este jueves una mesa redonda en el Instituto Cervantes de Nueva York con la crítica de arte Dore Ashton.
Durante el acto, se proyectó un documental en el que el director Eusebio Lázaro, autor de una serie de piezas cinematográficas sobre artistas contemporáneos, filmó al mallorquín en su estudio de París, donde, el año pasado, pintó un retrato de Ashton.
"Es muy interesante, porque sólo grabó la conversación sobre arte, no la obra que estaba pintando, y el resultado sólo sale al final", describió Barceló.
Por su parte, Lázaro indicó a Efe que con este documental le fascinaba explorar "la relación que se establece entre el pintor y el modelo, ahondar en qué se pretende con un retrato, más allá de la mera copia del retratado, pero sin que la cámara desvele en ningún momento el secreto del lienzo".
Barceló reconoció que se encuentra inmerso en múltiples proyectos, y que llevará más exposiciones a Nueva York a corto plazo.
"Estoy pintando, como siempre. Lo que más me gusta es no tener ni idea de que lo que me va a suceder a lo largo del día, y con ese espíritu voy a mi estudio, sin saber lo que va a pasar, y así llevo ya muchos años", aseveró.
El artista apareció recientemente en dos películas del cineasta catalán Isaki Lacuesta, "El cuaderno de barro" y "Los pasos dobles", ganadora de la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián, ambientadas en el paisaje africano y las tradiciones artísticas de Mali.
"África ha ejercido una influencia enorme, no sólo en mi arte, sino sobre todo en mi vida, y ahora llevo cuatro meses sin ir porque están en estado de guerra, y es un castigo para mí, algo muy frustrante", confesó Barceló.
El pintor y escultor dijo que, aunque desde muy joven admira la figura de Antoni Tápies, a quien se rindió también un homenaje esta semana en Nueva York, no se considera su continuador, "porque la pintura siempre se continúa, pero también se niega".
"De lo único de lo que me siento continuador es de la cueva francesa de Chauvet, que tiene 30.000 años de antigüedad, ya que el arte siempre intenta llegar a lo más profundo, para delante y para atrás a la vez", concluyó.
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