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Banco Santander recicla las viejas tarjetas caducadas y las transforma en mobiliario urbano
La entidad, que ya fabrica en España y Portugal todas sus nuevas tarjetas con materiales sostenibles, da una nueva vida a estos plásticos.
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La protección del medioambiente es ya una prioridad para casi todas las empresas del mundo. Dentro del sector financiero, Banco Santander es una de las entidades que más iniciativas está tomando en favor de la sostenibilidad. Una de las más novedosas es facilitar a sus clientes el reciclaje de sus tarjetas caducadas en los cajeros automáticos de la entidad para que desde ahí inicien directamente un proceso de transformación: los materiales resultantes de este proceso se convierten en mobiliario urbano.
La filial de Santander en Portugal fue pionera en aplicar este procedimiento en 2019. El banco se asoció con Contisystems para desarrollar un proyecto de reciclaje de medios de pago en mobiliario urbano como bancos, tarimas de piscina o elementos de paseos marítimos. Un equipo especializado de Contisystems las recoge para destruirlas y convertirlas en virutas. Este material se entrega en Extruplás, empresa que lo somete a un proceso de transformación que da lugar a mobiliario urbano listo para ser utilizado. De esta manera da una segunda vida a las tarjetas, reduce el impacto medioambiental y contribuye a la economía circular. España se unió en 2020 a esta propuesta y antes de finales de este año lo harán Polonia y Reino Unido.
Esta transformación comenzó a acelerarse en marzo del pasado año, cuando Santander anunció el lanzamiento de las nuevas tarjetas sostenibles en la región de Europa y su compromiso de que en 2025 todas las tarjetas (ya sean de débito, crédito o prepago) en Polonia, Portugal, España y Reino Unido estarán fabricadas con materiales sostenibles, como el PVC reciclado y un sustituto derivado del maíz. Solo en España, ya se han emitido más de 2,3 millones de unidades. Con esta medida, el banco evitará la emisión de más de 1.000 toneladas de CO₂ anuales, lo que equivale al consumo de energía de casi 1.000 hogares, y se reducirá el uso de plástico en 60 toneladas cada año.
Además, todas las tarjetas nuevas incluyen un identificador especial para facilitar la accesibilidad de los clientes con discapacidad visual. La entidad, que cuenta con más de 30 millones de tarjetas, también se propuso simplificar su oferta con la reducción de más del 30% de su gama
"Reducir el uso innecesario de plásticos y utilizar materiales sostenibles es un paso muy importante en la transición ecológica del banco. Con el cambio a las tarjetas sostenibles, reducimos nuestra huella de carbono y apoyamos nuestra ambición de alcanzar cero emisiones netas", señala António Simöes, consejero delegado de Santander España y responsable de Europa. La entidad ha declarado su intención de alcanzar cero emisiones netas de carbono en 2050, tanto para la propia actividad del grupo, que desde el año pasado es neutro en carbono en sus operaciones internas, como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de los servicios de financiación, asesoramiento e inversión que ofrece el banco.
Para apoyar el proceso hacia una economía más verde, Banco Santander acaba de añadir una innovadora funcionalidad en su app y web con la que los clientes de la entidad en España pueden medir y compensar su huella de carbono . La herramienta permite conocer nuestro impacto a partir de las compras realizadas con las tarjetas Santander y los recibos domiciliados. Los clientes pueden comprobar su huella de carbono de forma mensual, descrita en kilos de CO2 equivalente emitidos a la atmósfera y agrupados por categorías: alimentación, supermercados y compras, casa y hogar, transporte y automoción, ocio, educación y salud, servicios y otros.
También ofrece la posibilidad de compensar la propia huella mediante la compra de los conocidos como créditos de carbono, apoyando proyectos sostenibles que tratan de evitar nuevas emisiones o absorber las ya emitidas, como por ejemplo iniciativas de reforestación en Extremadura y Teruel. El nuevo servicio, pionero en el mercado español, ya está disponible en Chile y a lo largo de los próximos meses llegará también a Reino Unido, Polonia y Portugal.
Por su parte, Santander Consumer Finance España lanzó en 2021 la Tarjeta Eco, de material biodegradable. Están fabricadas 100% con poliácido láctico (PLA), un material vegetal que utiliza el almidón de maíz como materia prima. Además, un 1% de la cantidad desembolsada en las compras durante el pasado año se ha donado a la Global Nature Foundation para la financiación del Proyecto LIFE Paludícola, cuyo objetivo es la restauración de los humedales españoles que son el hábitat de muchas especies de aves.
El grupo español se ha marcado unos objetivos que, aunque con la vista puesta en 2050, tienen su primer hito en 2030. Será entonces cuando alineará su cartera de generación de energía eléctrica con el Acuerdo de París, dejará de financiar a los productores de energía que tengan más de un 10% de ingresos provenientes del carbón térmico y eliminará toda su exposición a las minas de carbón con finalidad energética en todo el mundo.
Fuera de Europa, el Santander también está desarrollando muchas acciones en favor del medioambiente y la sostenibilidad. Así, otro ejemplo de uso responsable de las tarjetas es México, donde Banco Santander ha lanzado la nueva tarjeta de crédito LikeU (Como Tú). Con seis diferentes colores, permiten al usuario apoyar seis de las principales causas de Responsabilidad Social de la mano de organizaciones de prestigio en el país, de acuerdo con el color que elija. Se trata de un concepto pionero en el grupo y que irrumpe como el primer producto de crédito que se asocia directamente a las causas sociales y ambientales que más preocupan a los mexicanos: reforestación; educación; salud y nutrición de niñas, niños y adolescentes; limpieza de mares; apoyo a menores con parálisis cerebral y personas con autismo; y la lucha contra el cáncer de mama.