Este artículo se publicó hace 16 años.
La ayuda internacional comienza a llegar de manera más fluida pese a las trabas
La ayuda internacional comenzó hoy a llegar de manera más fluida a Birmania, aunque la Junta Militar sigue vetando la entrada al país de los cooperantes extranjeros y reparte con su propio criterio el material donado.
Con las carreteras ya despejadas de escombros y árboles caídos, decenas de camiones cargados con material de emergencia para los damnificados arribaron a la región del delta del río Irrawaddy, la más afectada por el ciclón que asoló el pasado sábado el sur de Birmania.
El régimen permitió la distribución de las 38 toneladas de galletas energéticas que confiscó el viernes al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, y la Federación Internacional de la Cruz Roja informó de la llegada a Rangún de un avión cargado con 35 toneladas de material de emergencia.
Varias organizaciones internacionales han denunciado las trabas que las autoridades birmanas ponen para conceder visados a su personal, pues el régimen dice que no necesita a los cooperantes extranjeros.
Pese a ello, el Gobierno australiano comprometió hoy 24 millones de dólares adicionales para los damnificados, que repartirá a partes iguales entre el fondo de emergencia de Naciones Unidas y un grupo de organizaciones no gubernamentales.
Al menos 178 millones de dólares son necesarios para atender al millón y medio de afectados durante los próximos tres meses, según los cálculos de la ONU.
El ministro de Asuntos Exteriores australiano, Stephen Smith recomendó al régimen birmano que levante sus restricciones a la entrada de cooperantes extranjeros, pues de ceder en su actual postura, las víctimas podrán recibir mucha más asistencia de la comunidad internacional.
Por ahora, el PMA y la ONG australiana World Vision han recibido el visto bueno de las autoridades birmanas para que entren en el país algunos de sus trabajadores.
Por otra parte, la organización de ayuda contra la pobreza Oxfam Internacional advirtió de que las vidas del millón y medio de personas sin hogar corren serio peligro por las enfermedades si no reciben de manera urgente atención médica y agua potable.
El grupo señaló que se dan "todos los factores" para que se produzca una auténtica catástrofe sanitaria y pronosticó que los muertos aumentarán por encima de los cien miel y, de no poner remedio las autoridades a la actual situación, se multiplicarán por 15 en los próximos meses.
Mientras tanto, en el delta del Irrawaddy el panorama es desolador, según los testigos, que relatan escenas de cuerpos de seres humanos y animales amontonados todavía en los manglares y decenas de miles de personas vagando por las carreteras con sus enseres en carritos
Hasta el momento, la Junta Militar admite más de 23.000 víctimas mortales, unos 37.000 desaparecidos y millón y medio de desplazados en el sur del país, de los que 206.000 se hallan en destartalados campos de refugiados.
Sin embargo, el último informe de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU eleva la cifra a entre 63.000 y 102.000 fallecidos, otras 220.000 en paradero desconocido y casi dos millones de personas sin hogar.
El Gobierno, a través de su poderoso aparato de propaganda, sigue ocultando a la población la auténtica magnitud del desastre.
Los medios de comunicación, controlados por el Ministerio de Información y Censura de la Prensa, según su denominación oficial, sólo difunden imágenes del líder del régimen, Than Shwe, y otros generales dando ayuda a los damnificados.
No muestran ni mencionan las numerosos cadáveres que flotan en el delta.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.