Este artículo se publicó hace 12 años.
La AVT lamenta la concesión de la libertad condicional a dos etarras
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, ha lamentado hoy la concesión de la libertad condicional de dos presos etarras acogidos a la 'vía Nanclares', la consecuencia, a su juicio, de que se "abra la puerta a la impunidad de los etarras".
"Las víctimas acatamos la ley aunque no nos guste", ha dicho a Efe Pedraza sobre la decisión del juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, de conceder la libertad condicional a Fernando de Luis Astarloa y José Manuel Fernández Pérez de Nanclares, clasificados en tercer grado penitenciario y que cumplirán ahora el resto de condena en sus domicilios.
Según las resoluciones, Astarloa y Pérez de Nanclares han cumplido las tres cuartas partes de sus condenas, ha manifestado por escrito su renuncia a la violencia reconociendo el daño causado y pidiendo perdón a las víctimas y se han comprometido a hacer frente, "en la medida de sus posibilidades", a la responsabilidad civil.
En opinión de la presidenta de la AVT, esta resolución es fruto de los últimos pasos dados en materia de política penitenciaria, como el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite la concesión de beneficios penitenciarios a los reclusos arrepentidos, a pesar de que se trate de medidas "muy ambiguas" y susceptibles de interpretaciones según los jueces.
Según Pedraza es "falso" que algunos de los presos de ETA que se han acogido a este artículo hayan pedido perdón a sus víctimas, o haya colaborado con la Justicia, tal y como obliga la normativa penitenciaria.
"Las libertades condicionales son la consecuencia de tantos movimientos en favor de los presos y que suponen abrirles la puerta de la cárcel", ha denunciado Pedraza que considera que el plan integral de reinserción de presos anunciado por el Gobierno también está en la línea de ofrecer "demasiadas facilidades a los etarras".
Pedraza ha subrayado que este programa, del que han pedido su retirada, servirá para que se produzcan acercamientos de etarras a las cárceles del País Vasco y una vez allí, acogerse a más beneficios para obtener la libertad condicional.
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