Este artículo se publicó hace 16 años.
Avanza la negociación del documento final aunque queda un nudo con Argentina
Los delegados de los 183 países presentes en la cumbre de la FAO sobre seguridad alimentaria prosiguen hoy las negociaciones de la declaración final, en la que aún persisten algunas diferencias, entre otros con Argentina.
Fuentes cercanas a la negociación indicaron a Efe que ésta avanza adecuadamente y que los delegados no pueden permitirse un fracaso en la redacción del texto final, a la vista del alto nivel de participación en la cumbre, donde todos han expresado su solidaridad y compromiso para resolver el problema de la crisis alimentaria.
Uno de los párrafos que plantea problemas y sobre el que Argentina pide una nueva redacción, es el que pide reducir al mínimo el uso de medidas restrictivas que puedan incrementar la volatilidad de los precios internacionales, ya que puede afectar a la independencia de los países para decidir sobre sus políticas.
Argentina, que es uno de los principales exportadores de alimentos, se opone a que el documento incluya restricciones o limitaciones a las exportaciones.
Otro de los problemas, que según fuentes consultadas por Efe está ya superado, fue el interés de Cuba para incluir en el texto una referencia a las medidas unilaterales, en clara referencia al embargo que la isla sufre por parte Estados Unidos, pero finalmente no se mencionará.
Entre los puntos de gran consenso, destaca que se haga de la seguridad alimentaria una prioridad y promover que la agricultura vuelva a ser protagonista, con los adecuados fondos para invertir en ella.
La cumbre de la Organización de Naciones para la Agricultura y la Alimentación (FAO) terminará esta tarde con la aprobación de la declaración final, en la que no se incluirá ninguna petición concreta de fondos.
La FAO señaló durante la reunión, sin embargo, que los países más afectados, especialmente en África, necesitarían 1.700 millones de dólares para empezar a reactivas sus sistemas agrícolas.
A la espera del final de la cumbre, representantes de la sociedad civil en Roma han tildado la reunión de fracaso, ya que mantiene "las mismas políticas" que han llevado a la actual crisis alimentaria.
Para los representes de 200 organizaciones de la sociedad civil, la declaración final mantendrá un sistema alimentario mundial que "favorece la especulación" y "beneficia sólo a las grandes corporaciones".
La iraní Maryam Rahmanian, de la organización Cenesta, dijo que ni la declaración y ni esta cumbre "van a llenar ni un sólo plato de comida".
La espiral al alza del precios de los productos agrícolas no sólo amenaza con expandir el hambre en el mundo sino que está en la base de las protestas registradas en algunos países como Haití.
El director regional para Latinoamérica y Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Pedro Medrano, aseguró hoy que la actual crisis alimentaria significa "una menor estabilidad política en Centroamérica", la región del continente americano más afectada por el aumento de los precios.
"Estamos muy preocupados por las consecuencias a largo y medio plazo de esta crisis en Centroamérica, pues significa un futuro con una menor posibilidad de educación, menor posibilidad de salud, y menos trabajo productivo", explicó
Otro de los temas más controvertidos de la reunión de Roma ha sido el uso de los biocombustibles y su grado de responsabilidad en el aumento del precio de la comida.
Un grupo de expertos, reunidos de manera paralela a la cumbre, recomendaron a la comunidad internacional anteponer los alimentos a los biocarburantes, aunque eso no significa un rechazo completo a los cultivos para este tipo de productos.
La FAO ha comenzado un proyecto piloto con cuatro países (Perú, Tanzania, Camboya y Tailandia) para evaluar el impacto que pueden tener los biocombustibles.
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