Este artículo se publicó hace 14 años.
Argentina denuncia la expulsión de una profesora en Barajas
La mujer sufrió un aborto a causa del estrés a su regreso a Buenos Aires
Ni la carta de invitación de un catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, ni la beca que obtuvo del Ministerio de Educación argentino fueron suficientes. María Cecilia Tonón, profesora argentina embarazada de tres meses, fue retenida el pasado lunes por la policía española en el aeropuerto de Barajas, donde estuvo incomunicada durante cuatro horas antes de ser expulsada de vuelta a su país. Ya en Argentina, la docente fue ingresada en un hospital, donde sufrió un aborto debido al estrés.
María viajó a Madrid en el marco de un programa de intercambio para realizar prácticas durante dos meses junto al catedrático de Historia Contemporánea Julio Aróstegui. Tanto el pasaje de ida y vuelta como su estancia en el colegio mayor Argentino habían sido pagados por el Ministerio de Educación de su país.
La policía le exigió un visado que no era necesario según el consulado español
"Hace 40 años que se creó un convenio de cooperación entre el Gobierno español y el argentino exclusivamente para posgrados", indicó a Público Horacio Fazio, director de este colegio mayor. "Por aquí han pasado José Luis Borges, Ernesto Sábato y José Camilo Cela, y nunca hemos tenido ningún rechazo... Hasta hoy".
Según Cecilia, los policías españoles le exigieron el visado de estudiante para entrar en España, pese a que la web del consulado español en Argentina señala que no es necesario "para el caso de estudios de duración no superior a tres meses". La profesora estuvo detenida aquel día en Barajas desde las 14.00 hasta las 18.00 en una habitación sin ventanas. "Cuando ya pudo telefonear, se comunicó con el consulado argentino en Madrid, pero le contestaron que las cosas en España estaban difíciles", precisó Fazio. A las 22.00, era embarcada de vuelta a Buenos Aires.
Policías "socarrones"Había sido invitada por el profesor de la Complutense Julio Aróstegui
Antes de ser expulsada, Cecilia llamó también a Julio Aróstegui y al director del colegio mayor. Fazio denuncia que ambos trataron de comunicarse con la policía de Barajas, pero al otro lado del teléfono se encontraron con funcionarios de actitud "socarrona" que les invitaban a volver a llamar sin más explicaciones. Pasadas unas horas, les confirmaron que Cecilia ya volaba a Argentina.
"No puedes hacer viajar 22.000 kilómetros a una embarazada de tres meses en sólo 24 horas. Esta mujer tiene todo el derecho del mundo a querellarse contra el Estado español", sostiene Fazio.
El Gobierno argentino ya ha protestado. No es la primera vez que lo hace por un caso similar. En julio, lo hizo después de que en sólo dos días dos ancianas argentinas fueron repatriadas tras ser retenidas durante horas.
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