El cantante español Alejandro Sanz expresó en una fiesta en Miami (EE.UU.) su convencimiento de que muchos venezolanos están "padeciendo la dictadura" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Sanz hizo este comentario en el transcurso de una fiesta, a la que asistió Efe, en que el artista madrileño celebró su candidatura este año a los premios Grammy, tras su actuación el pasado sábado en el American Airlines Arena de Miami.

El autor de "Corazón partío" o "Pisando fuerte" explicó que si recogió una bandera venezolana y una camiseta que le tendió alguien del público en el concierto de Miami y las mostró a sus seguidores fue porque, dijo, "hice lo que sentía".

En la camiseta se leía la frase escrita en inglés "Chávez apesta".

"No era una burla sino una crítica. Es importante hacer crítica en este momento en el que mucha gente está padeciendo la dictadura" de Chávez, señaló el artista a los periodistas que se encontraban en la celebración y que le preguntaron sobre el incidente del concierto.

El español ya mostró su descontento con Chávez en 2004, cuando afirmó que el mandatario venezolano no le gustaba, igual que otros gobernantes.

Estas declaraciones le obligaron entonces a retrasar su concierto en Caracas, previsto para el 14 de febrero, después de que el Gobierno venezolano se negara a ceder la principal sala de conciertos de la capital.

Sanz hizo estos comentarios sobre Chávez y los venezolanos a la entrada de una fiesta en que se celebró su reciente candidatura a los premios Grammy en la categoría de Mejor Álbum Pop Latino por su álbum "El tren de los momentos".

El español compite en esta categoría con el uruguayo Jorge Drexler y su álbum "Segundos de Oscuridad"; los mexicanos Luis Miguel ("Navidades Luis Miguel") y Jennifer Peña ("Dicen que el Tiempo") y su compatriota y amigo Miguel Bosé ("Papito").

"Espero ganarle (a Miguel Bosé) por muy amigo que sea", bromeó el ganador de 16 premios Grammy, quien aseguró que "ahí no hay amistad sino una guerra completa".

Sanz, que ya ganó un Grammy en 2004 por el álbum "No es lo mismo", se alegró de compartir esta nueva nominación con otros artistas como Drexler, al que admira, señaló, como músico.

Aseguró que, a pesar de que este año "ha tenido sus cosas, como todo el mundo", está feliz de terminarlo con buen pie.

El artista sufrió una crisis de estrés que le obligó a cancelar en mayo pasado su gira por Estados Unidos y Latinoamérica, donde tenía previsto ofrecer una veintena de conciertos.

También tiene pendiente en Miami un juicio el próximo 11 de febrero contra dos ex empleados acusados de extorsión al exigirle supuestamente 500.000 dólares a cambio de no divulgar asuntos personales del cantante.

"Confío en que se haga justicia", se limitó a decir Sanz sobre este caso, para agregar que esperaba que, "cuando tenga que ser, que den el veredicto (...) y se acabó".

El español también celebró el éxito de la película "Bella", del actor y productor mexicano Eduardo Verástegui, que ganó el premio del público en el festival de cine de Toronto (Canadá), y en la que Sanz participa en la banda sonora con algunos temas de su reciente disco.