Este artículo se publicó hace 15 años.
Aguirre recibe otro revolcón en Caja Madrid
La Asamblea de la entidad rechaza los nuevos estatutos con más del 50% votos en contra
El último asalto de Esperanza Aguirre para reforzar su poder en Caja Madrid antes de que se reabra la batalla en los tribunales acabó en una goleada en contra. Su propuesta de reforma de los estatutos, que necesitaba el apoyo de dos tercios de la asamblea de la entidad, fue rechazada por 157 votos, es decir, el 51% de los 296 votos emitidos del total de 308 consejeros generales asistentes.
Los apoyos de la presidenta se redujeron a 87. Votaron en contra los adeptos del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que se opone a ver reducido su peso en la asamblea, además de CCOO e IU, principalmente. El PSOE fue decisivo para reforzar el aislamiento de Aguirre, ya que suyos fueron los 51 votos en blanco en la votación, y al menos otros 19 votos fueron a parar directamente al "no". En ello tuvo que ver, según diversas fuentes, que la intervención de José Quintana, representante del PSOE, "fue confusa", aunque pidió la abstención. Los socialistas se pensaron hasta casi el último momento su postura, según fuentes financieras. Al margen, hubo un voto nulo.
Rajoy mandó callar"Los de Aguirre salían hundidos; esperaban la derrota pero no este aislamiento", según las mismas fuentes. De las diez intervenciones de miembros de la asamblea, nueve rechazaron el cambio de estatutos apelando al “sentido común” y al “consenso” y criticaron que se trata de una maniobra de intervencionismo político en la caja.
En la asamblea, no habló nadie del PP ni para pedir el voto a favor del cambio de estatutos ni en contra, porque el líder del partido, Mariano Rajoy, había mandado callar tanto a Aguirre como a Ruiz-Gallardón para evitar "mostrar una vez más otro rifirrafe", coinciden varias fuentes. Pero Rajoy "estuvo trabajando con Gallardón llamando nombre por nombre" para el voto contra Aguirre. Esta última también "desplegó una actividad febril en la última semana y llamó incluso a representantes que no la apoyan".
El cambio de estatutos aprobado por Aguirre en diciembre rebaja el peso de los ayuntamientos y aumenta el de la Comunidad de Madrid. Además hace imposible de facto la reelección de Miguel Blesa como presidente de la entidad financiera, ya que le exige que sea designado por la Asamblea regional, que está controlada por la propia presidenta.
Pese a la derrota, Aguirre aún tiene la sartén por el mango porque dispone de un mes a partir del 4 de abril para que la Consejería de Economía apruebe una orden que aplique el cambio de estatutos. Ya que no ha sido posible aprobarlo en la caja, lo hará por ley. Gallardón ya tiene decidido que lo recurrirá a los tribunales, confirman fuentes del Ayuntamiento de Madrid. La semana pasada el tribunal rechazó imponer medidas cautelares para que pudiera celebrarse la asamblea, pero la batalla judicial continuará.
Una agenda llena de recursos ante el juez¿Qué pasa después del fracaso de Aguirre en la asamblea de la caja? Ruiz-Gallardón, varios ayuntamientos y algunas fuerzas que rechazan una reforma de los estatutos que les hace perder peso en los órganos de poder de Caja Madrid preparan recursos ante los tribunales. Gallardón tendrá que esperar a que la Consejería de Economía apruebe la orden en la que aplica por ley el cambio en la entidad financiera. Entonces interpondrá un recurso contencioso-administrativo contra la orden. Otros ayuntamientos que también tienen representación por el volumen de depósitos que capta la caja en sus municipios, como el de Sevilla, también quieren recurrir, mientras los de Barcelona y Málaga lo estudian. CCOO sopesa presentar una queja ante el Defensor del Pueblo.
¿Cuándo aprobará el gobierno regional la ley con los nuevos estatutos? Fuentes de la Consejería de Economía admiten que el plazo de 31 días que comienza a correr el 4 de abril no se agotará.
¿Seguirá gallardón la vía judicial hasta el final? Aunque apoya al presidente de Caja Madrid, Gallardón seguirá "hasta el final la vía judicial del recurso aunque hubiera un consenso entre PP, PSOE y CCOO para nombrar un nuevo presidente en la caja", según fuentes próximas al alcalde. El regidor, que pasaría de 70 miembros a 24 en la asamblea de la entidad, pretende que la batalla no se vea como un duelo pro Blesa sino como una lucha contra "la ruptura del principio de representatividad".
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