Este artículo se publicó hace 11 años.
Un agente multó a cuatro grúas como venganza por llevarse su coche
El urbano se vengó de las grúas "a sabiendas" de que las denuncias por saltarse semáforos en rojo no eran ciertas: en unos casos, los vehículos municipales no habían salido a trabajar; en otros, permanec&iacu
Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona multó a cuatro grúas para vengarse de que le habían retirado su propio coche al depósito municipal por aparcar encima de un arcén de la calle Lluís Vidal. La Audiencia de Barcelona ha condenado a un año y medio de cárcel y 450 euros de sanción al vengativo agente. Según la sentencia, del 25 de octubre de 2010 al 22 de febrero de 2011, Francesc C. multó "como represalia" a cuatro grúas municipales por haberse saltado supuestamente semáforos en rojo.
El urbano se vengó de las grúas "a sabiendas" de que las denuncias no eran ciertas: en unos casos, vehículos municipales no habían salido a trabajar; en otros, permanecían en las cocheras o estaban en otras calles. Ha sido condenado por un delito continuado de estafa en documento oficial, al actuar "abusando de su oficio" como agente, cargo del que queda apartado año y medio, con los atenuantes de confesión y alteración psíquica.
La Audiencia ha valorado que actuó "ofuscado y con sus capacidades muy afectadas, tanto de raciocinio, como de actuar", ya que estaba sumido en una depresión provocada por los problemas con su pareja, y necesitaba ayuda médica.
Según la sentencia, este hecho ha quedado acreditado por la declaración del acusado en el juicio, celebrado el pasado 29 de abril de 2013 en la Audiencia de Barcelona, con el informe pericial que se presentó, en el que constaba que sufría síntomas depresivos, por los que ya estaba siendo tratado por psiquiatras y psicólogos.
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