Este artículo se publicó hace 13 años.
Los adolescentes de familias de clase media y alta beberían más
Por Amy Norton
Mientras que la pobreza sueleasociarse con un aumento de los riesgos para la salud, unestudio sugiere que los adolescentes de familias de clase mediay alta beberían más alcohol que los de clase baja.
Un equipo del Reino Unido halló entre 5.837 adolescentes de13 años que los más pobres eran los menos propensos a haberprobado el alcohol.
Al dividirlos en cinco grupos, según el ingreso familiar,los más pobres eran un 22 por ciento menos propensos que los declase media a haber bebido en los últimos seis meses y ahaberse dado atracones con bebidas alcohólicas.
Por otro lado, a mayor educación materna, menor tendencia abeber en los hijos.
Los resultados, publicados en la revista Pediatrics,revelan una relación compleja entre el nivel socioeconómico yel consumo de alcohol adolescente.
Para los autores, los adolescentes de familias acomodadasacceden más fácilmente al alcohol, pero cuando las madrestienen mayor nivel educativo, insisten en la importancia de quesus hijos lleven un estilo de vida saludable.
Cualquiera sea el motivo de los resultados, el equipo opinaque los padres deberían estar atentos al problema del iniciotemprano con el consumo de alcohol, en especial en las familiasde altos ingresos.
"Las familias más acomodadas suelen tener una conducta mássaludable. Nuestros resultados revelan que no siempre es así",dijo el autor principal, Roberto Melotti, de la University ofBristol.
A los 13 años, muchos niños que beben acceden al alcohol ensus hogares, explicó Melotti. De modo que los padres deberíanasegurarse de guardar las bebidas alcohólicas en un lugarseguro.
Los resultados surgen de entrevistas con niños de 13 años,que participaban en un estudio sobre salud. Un cuarto dijo quenunca había tomado alcohol sin permiso, mientras que un quintorespondió que alguna vez se había dado un atracón con tres omás bebidas en un día.
Los niños de los grupos más pobres eran menos propensos adecir que habían bebido, aun tras considerar el trabajo y elnivel educativo de los padres.
Los hijos adolescentes de las mujeres con mayor niveleducativo tendían a ser menos propensos a beber, sin importarel ingreso familiar.
Cuando las madres tenían un título universitario, sus hijoseran entre un 13 y un 40 por ciento menos propensos a haberbebido en los últimos seis meses, comparado con los hijos demujeres con educación primaria.
Los resultados variaron al considerar el tabaquismo. Losniños de 13 años de las familias con bajos ingresos eranlevemente más propensos a admitir que habían fumado alguna vez.El 16 por ciento de los varones y el 22 por ciento de lasmujeres del estudio británico habían probado el cigarrillo.
En una encuesta del 2009 sobre conductas de riesgo querealizaron los Centros para el Control y la Prevención deEnfermedades de Estados Unidos, el 10 por ciento de losestudiantes secundarios había fumado antes de los 13 años.
Entre el 30 y el 60 por ciento de los alumnos de octavogrado (según el estado) había "tomado más que algunos sorbos"de alcohol.
"Beber desde muy joven está asociado con varios efectosadversos, incluido el riesgo de desarrollar trastornosalcohólicos más adelante", dijo el autor.
FUENTE: Pediatrics, online 14 de marzo del 2011
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