El presidente venezolano Hugo Chávez aseguró hoy que su trabajo de mediación en el conflicto colombiano fue "abortado" porque "íbamos directos al acuerdo humanitario, y creo que en poco tiempo".

La afirmación la hizo el gobernante venezolano esta madrugada en el programa "La Hojilla" del canal estatal Venezolana de Televisión.

Chávez responsabilizó del "aborto" a "gente cercana" al presidente colombiano Álvaro Uribe "que tiene mucho poder y no quiere el acuerdo humanitario".

"Estaba planteada una fórmula que iba camino al éxito, pero hay gente muy cercana a él que lo que quiere es guerra, y sobre todo los gringos, que quieren guerra porque no les importa la vida, ni esos niños, mujeres, hombres, padres, madres, esposos y esposas", señaló el gobernante venezolano.

Chávez explicó que la fórmula se alcanzó en Santiago de Chile en una reunión de más de una hora entre la delegación colombiana compuesta por Uribe y seis o siete asesores y la venezolana integrada por el presidente y su canciller Nicolás Maduro.

Chávez reveló que la fórmula consistía en que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberasen unilateralmente un puñado de rehenes y que luego se instalase una mesa de encuentro en el Caguán (Colombia) en la que se sentarían, entre otros, el presidente venezolano y el líder de las FARC, Manuel Marulanda, para completar el canje humanitario.

"Creo que llegar a esta fórmula fue la causa del aborto del proceso, porque creo que las presiones sobre Uribe fueron de tal magnitud que reventaron esto", señalo Chávez.

Y añadió que, en su opinión, la aceptación de la fórmula por Uribe "prendió todas las alarmas en algunos círculos de Bogotá y Washington y empezaron las presiones".

También reveló que la postura de las FARC se había flexibilizado y que emplazó al representante de ese grupo, Iván Márquez, durante la reunión que sostuvieron en Caracas, a que fuese claro sobre su voluntad de llegar a un acuerdo.

"Le pregunté a Márquez: ¿estás seguro de que ustedes quieren liberar a esa gente?, porque si no quieren dímelo, para no perder tiempo. Si me dices que no, llamo a Uribe y le digo: mira, esta gente no quiere, así que no podemos hacer nada", relató el presidente.

Igualmente expresó que inmediatamente envió un mensaje a Marulanda con la fórmula alcanzada con Uribe que todavía no ha tenido respuesta pero que "estoy seguro de que hubiese sido aceptada".

Chávez insistió en que círculos muy cercanos a Uribe "produjeron el aborto de un proceso que sin duda iba camino al éxito" pero se mostró convencido de que "algún día habrá paz y algún día serán liberados estos secuestrados".

Por otra parte, Chávez calificó de "falsa" la versión esgrimida en fuentes colombianas según la cual tenía prohibido hablar con militares colombianos.

Chávez aseguró que "nadie se cree" que la "brutal" finalización de las negociaciones se deba a que habló un minuto con el general colombiano Montoya, a instancias de la senadora de ese país Piedad Córdoba.

Igualmente anunció que Uribe "traicionó su buena fe" al no informarle de su molestia por esa llamada, como ambos habían acordado, según Chávez, y dijo que este episodio apagó la confianza que tenía en el presidente colombiano y afectará a las relaciones entre los dos países.

Además, pidió a Uribe que desmienta las versiones puestas a circular en Colombia por "algunos de sus asesores" con el fin de desprestigiarlo y de responsabilizarle del abrupto fin de su gestión humanitaria.