Unos 600 vecinos de Totana arropan ante la cárcel de Murcia al alcalde preso por corrupción urbanística

Más de 500 personas se concentraron hoy ante la cárcel de Murcia, convocadas por la plataforma por el Buen Nombre de Totana, para apoyar al alcalde de esa localidad murciana, José Martínez Andreo, en prisión tras la operación Tótem por su supuesta implicación en una presunta trama de corrupción urbanística.

La mayoría de los vecinos se desplazaron hasta el centro penitenciario, ubicado en la pedanía murciana de Sangonera La Verde, en seis autobuses fletados gratuitamente por la plataforma ciudadana convocante, uno de ellos procedente de la pedanía natal del alcalde, El Paretón, y el resto, en unos 50 turismos particulares.

En la concentración, de 19 a 20 horas, participaron, entre otros, todos los miembros del equipo de Gobierno del ayuntamiento de Totana, del PP, que pretendieron con su asistencia dar una muestra de "apoyo, solidaridad, calor y cariño al alcalde en una fecha tan señalada y familiar".

El primer edil, en prisión preventiva desde el pasado día 3 por orden de la juez que instruye el caso, se llegó a asomar por una de las ventanas del primer piso de la prisión para agradecer la presencia de sus vecinos, y llegó a gritar con las manos entrelazadas y levantadas: "Estoy aquí, con vosotros".

Por su parte, el padre de la orden de los hermanos capuchinos de la localidad, Pedro Hernández, párroco del convento de las Tres Ave Marías, rezó un "Padre nuestro" junto a los concentrados.

Durante el acto, los vecinos gritaron consignas como "Queremos a nuestro alcalde" o "Pepe, amigo, el pueblo está contigo", mientras mostraban una pancarta de unos cinco metros de longitud en la que se leía "Pepe, Totana te esperando".

Los vecinos se situaron junto a la puerta principal de la prisión y del módulo 1, donde se encuentra recluido Martínez Andreo, emplazamiento elegido a propósito "por si, a través de las paredes, él pudiera notar este apoyo", informaron fuentes de la plataforma.

Muchos de los vecinos participantes -vigilados por una docena de agentes de la Guardia Civil, además de algunos de las policías local y nacional- llevaban una fotografía del alcalde prendida al pecho y un lazo blanco, y algunos, velas blancas encendidas.

El manifiesto que se leyó durante la concentración señalaba: "No podemos permanecer impasibles ante esta situación, porque Pepe es una persona dinámica, con talento y trabajadora".