Este artículo se publicó hace 16 años.
27-28. España cae tras desperdiciar un último balón para empatar
La selección española arrancó la segunda fase del Campeonato de Europa con una derrota (27-28) ante Francia, en un encuentro en el que España desperdició de un último balón para haber logrado un empate, que hubiera situado al equipo nacional en una inmejorable situación para llegar a las semifinales.
Sin embargo, la imprecisión que lastró el juego del conjunto español en la segunda mitad, impidió que tan siquiera, pese a contar con dos atacantes más sobre la pista, tras exclusión de Girault y la presencia de Romero como portero jugador,tuviese la oportunidad de lanzar.
Un mal pase de Roberto García sepultó las esperanzas españolas, que si el pasado domingo afrontó ante Alemania una prueba de carácter, tras el varapalo que supuso la inesperada derrota con Hugría, hoy ante Francia encaraba un examen para conocer si los pupilos de Juan Carlos Pastor pueden aspirar realmente al oro o no.
La solidez del conjunto galo, que al menos de inicio, penalizó cada uno de los fallos de la selección, impedía a España cometer la más mínima imprecisión, un requerimiento que no está a la altura de cualquier equipo.
Pero España, al menos de inicio, si lo estuvo, y recurriendo al mismo juego pausado y elaborado que utilizó para destrozar en ataque a Alemania se colocó rápidamente con ventaja en el marcador.
Lástima que el más mínimo fallo tanto en ataque como en defensa tuviera como resultado un gol de conjunto galo, que remontó hasta en tres ocasiones en los primeros veinte minutos la renta de dos goles (2-0, 4-2 y 9-7) de la que llegó a gozar el equipo español.
Pese a todo, el equipo nacional no desesperó, y pese a ver como Francia, gracias a una exclusión de Raúl Entrerríos, volvía a enjugar una nueva renta de dos goles (12-10), siguió sin perder un estilo de juego, en el que brilla más que nadie Alberto Entrerríos.
Brillantez que aportó por el bando galo el lateral izquierdo Daniel Narcisse, que con sus seis tantos, hizo olvidar a un gris Karabatic, a día de hoy imprescindible para ver la mejor versión del equipo francés, que pese a todo se marchó al descanso con empate (15-15) en el marcador.
Un Karabatic, que por desgracia para los intereses de Juan Carlos Pastor, sí apareció en los primeros compases de la segunda mitad, lo mismo que el barcelonista Jerome Fernández, que con dos tantos cada uno dispararon por primera vez la ventaja de Francia a unos inquietantes tres goles (16-19).
Renta que no tardó en llegar a cuatro, tras un robo de balón de Karabatic, que el central del Kiel alemán se encargó de aprovechar, en lo que pareció el punto de ruptura definitiva del encuentro para el bando francés (17-21)
España dispuso con la exclusión de Bertrand Gille para volver a engancharse nuevamente al duelo, pero la selección, que perdió el aplomo y la compostura que mostró en la primera mitad, no sólo no aprovechó el hecho de contar con un hombre más, sino que pareció hundirse un poco más tras un espectacular gol de Abalo (17-22).
Pastor recurrió a la entrada de Iker Romero, que ante Alemania tan sólo salió a la pista para lanzar algún que otro penalti, sin embargo, la entrada del vitoriano, si bien no sirvió para recuperar la fluidez ofensiva, al menos si permitió a España con vida en el marcador.
Los cuatro tantos del barcelonista así como un par de buenas intervenciones de Hombrados, que sirvieron para activar nuevamente la defensa, permitieron acercarse a los españoles a tres tantos (23-26) a diez minutos para el final.
Diferencia que llegó a recortarse a tan sólo dos (25-27), que pudieron ser uno, si Romero, no se hubiese empeñado en lanzar con efecto un penalti, que se marchó fuera de la portería de Omeyer, cuando restaban cinco minutos para la conclusión.
Un error, que no fue sino el inicio, de un buen puñado de oportunidades perdidas para España -un palo, un rebote imposible, un fallo en el pase-, hasta llegar al despropósito final, que impidieron la remontada definitiva del equipo español, que hoy demostró estar un pasito por detrás del "gigante" francés.
- Ficha técnica:
27 - España: Hombrados; Rocas (5p), Belaustegui (2), Chema Rodríguez (4), Alberto Entrerríos (5), Davis (-) y Garabaya (3) -equipo inicial- Sierra (ps), Raúl Entrerríos (3), Juanín García (-), Romero (5, 2p), Aguinagalde (-), Asier Antonio (-) y Roberto García (-)
28 - Francia: Omeyer; Abalo (3), Fernández (4), Bertrand Gille (5), Dinart (-), Karabatic (4) y Girault (4, 1p) -equipo inicial- Karaboue (ps), Dinart (-), Guillaume Gille (1), Narcisse (7), Kempe (-), Ostertag (-), Paty (-) y Guilbert (-)
Marcador cada cinco minutos: 4-2, 7-6, 9-7, 11-10, 13-12, 15-15 (Descanso) 17-19, 17-22, 19-25, 22-26, 25-27 y 27-28 (Final).
Arbitros: Olesen y Pedersen (Dinamarca). Excluyeron por dos minutos a Raúl Entrerríos y Asier Antonio por España; y a Bertrand Gille, Guillaume Gille y Girault por Francia.
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