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La Guardia Civil tenía localizado en abril al asesino de la peregrina pero la Policía la echó de la investigación

La asociación mayoritaria de guardias civiles denuncia que la rivalidad entre las fuerzas de seguridad se vuelve a poner de manifiesto en el crimen de la peregrina resuelto hace tres días.

La Guardia Civil marcó al presunto asesino de Denise en abril pero la Policía los echó de la investigación.

Habían pasado sólo 23 días de la desaparición de la estadounidense Denise Pikka Thiem, de 40 años, mientras realizaba el camino de Santiago a su paso por Astorga (León), cuando Benny marcó la finca del ahora detenido por el asesinato de la peregrina. Benny es uno de los perros del Grupo Cinológico de la Guardia Civil de la XII Zona, especialista en rastreo y rescate. Su misión, seguir con el olfato el rastro de Denise mientras estaba viva. Y lo consiguió.

El 27 de abril, las pesquisas se habían iniciado tras la denuncia del día 4, Benny guio a los agentes de la Benemérita hasta la finca de una hectárea de Miguel Ángel Muñoz Blas, un hombre que había llegado a la zona hace sólo tres años antes, justo cuando comenzaron las primeras denuncias de turistas extranjeras sobre un varón que intentaba robarlas y asustarlas en esa zona y que desde hace un día duerme en prisión. Los antecedentes policiales de Miguel Ángel, que desviara piedras del camino para despistar a los turistas y los conflictos con sus vecinos también perfilaban a un hombre siniestro.

“El cadáver está completamente descompuesto después de cinco meses, por lo que será muy improbable saber si Muñoz cometió una agresión sexual con ella”

Por eso la búsqueda del cuerpo de Denise era prioritaria. Había pocas posibilidades de encontrarla viva, pero era fundamental hallar el cuerpo en el mejor estado posible para recoger el mayor número de pruebas sobre su asesino. En estos momentos, explican fuentes de la investigación policial trasladadas a Astorga, “el cadáver está completamente descompuesto después de cinco meses, por lo que será muy improbable saber si Muñoz cometió una agresión sexual con ella. Llevamos una semana recogiendo pruebas, pero no va a ser fácil hacer una cronología de los hechos”.

La localidad leonesa de Astorga es una población de unos 10.000 habitantes sin embargo es demarcación y competencia de la Policía. “A los verdes sólo se les pidió ayuda para el rastreo en sus zonas, pero dejándoles fuera de las pesquisas”, aseguran fuentes policiales. Sin embargo, explican a Público fuentes de la Guardia Civil, “el trabajo se hace en paralelo, estudias la denuncia de desaparición y comienzas la búsqueda basándote también en los antecedentes que tienes y en este caso era conocido que esta persona tenía antecedentes y un comportamiento poco habitual. Pero lo fundamental fue que el perro nos puso en la pista”.

Sin embargo, denuncia la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), “cuando el Grupo Cinológico de la Guardia Civil de la XII Zona, especialista en salvamento y rescate, estaba rastreando con sus perros por las inmediaciones de la finca donde se encontraban los restos de la mujer, el Comisario de la Policía Nacional de Astorga, presente en la zona, preguntó al guía de perros la razón de su presencia en ese lugar, informándole de que se trataba de una demarcación de la Policía Nacional, y no de la Guardia Civil”.

“El mando policial dijo a un agente que debía marcharse porque era su demarcación y el guardia civil intentó explicarle que no era bueno finalizar la búsqueda al margen de qué grupo policial correspondiera el terreno”

Un portavoz de la AUGC, explica que “el mando policial dijo al agente que debía marcharse porque era su demarcación y el guardia civil intentó explicarle que el perro había seguido con el olfato el rastro de Denise hasta allí y que seguía inquieto, porque lo que no era bueno finalizar la búsqueda al margen de qué grupo policial correspondiera el terreno”. Pero el comisario no cejó en su empeño y, a pesar de que los agentes lo pusieron en conocimiento de sus superiores, “los guardias civiles tuvieron que retirarse de la zona para evitar mayor conflicto. Como consecuencia de esta circunstancia, al día siguiente el Servicio de Intervención Rápida (SIR), las patrullas y el Grupo Cinológico de la Guardia Civil modificaron el área de búsqueda, trasladándose 20 kilómetros más allá de Astorga, no porque no hubiese sospechas, sino por tener que limitarse a buscar en demarcación de la Guardia Civil”.

Según fuentes de la Guardia Civil, “después de que Benny marcase el camino al ser experto en búsqueda de personas, había que haber llevado a otro perro especialista en la detección de cadáveres. Pero la Policía no sólo nos echó, es que no continuaron el trabajo donde lo habíamos dejado poniendo a su propio perro especialista. En ese momento se hubieran conseguido más pruebas del caso y no habríamos pasado por el bochorno de que el senador estadounidense John McCain tuviera que ofrecer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los servicios del FBI al ver que no se resolvía el caso”.

Competencias

Los enfrentamientos entre la Policía y la Guardia Civil son habituales, aunque los sindicatos de ambos cuerpos suelen ir a una en la búsqueda de su unificación. Pero en este caso parece que no se ponen de acuerdo. Según José María Benito, de la Unión Federal de la Policía (UFP), “la investigación de la Policía en este caso ha sido impecable. Llevaban meses detrás del presunto asesino, en el sumario constan conversaciones telefónicas y todo tipo de pesquisas sobre su entorno, por eso no hacía falta el FBI y la respuesta del presidente fue la correcta”.

Pero la UFP reconoce que “sí que es verdad que debe trabajarse en una unificación de la información y los medios que se emplean para el trabajo, pero eso no debe hacer que nos echemos determinadas culpas los unos encima de los otros que tampoco ayudan nada al trabajo”.

La AUGC comparte esa necesidad de unificación para que dejen de pasar hechos como los del pasado fin de semana: “Otro ejemplo de esta descoordinación es el que se produjo en la noche del sábado en la localidad canaria de Arguineguín, a la que llegó una patera con cuarenta inmigrantes, entre los que se encontraban dos menores y una embarazada de siete meses, que tuvieron que esperar durante diez horas, hasta las ocho de mañana, para su traslado hasta la comisaría de Maspalomas. La razón, un conflicto de competencias entre la Policía Nacional y la Guardia Civil a la hora de hacerse cargo de los inmigrantes. Se trata de unos hechos ante los que la delegación del Gobierno en Canarias ha anunciado la apertura de una investigación”.

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