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Yolanda Díaz pide a los partidos de Sumar cerrar filas en torno a la investidura de Sánchez a la espera de la consulta de Podemos

La vicepresidenta en funciones advierte al grupo parlamentario de que debe ser ejemplar y estar cohesionado porque el foco de la legislatura estará en el Congreso.

Yolanda Díaz, este lunes durante una reunión del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso. EFE/ Fernando Alvarado

Alexis Romero

Las últimas semanas de la escena política han sido de pura continencia para los partidos de la izquierda alternativa. El acuerdo de la ley de amnistía, que posibilitaba la investidura de Pedro Sánchez, llevaba días “a punto de cerrarse” y todos los actores estaban preparados para desplegar su acción cuando llegase el momento.

Ese momento llegó este lunes, cuando la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, avanzó las fechas del debate por el que previsiblemente la Cámara designe al líder socialista como presidente: los próximos 15 y 16 de noviembre. Apenas cinco minutos después del anuncio, el denominado Grupo Parlamentario Plurinacional se reunía bajo la batuta de una Yolanda Díaz que quiso trasladar a sus diputados varios mensajes claros.

La líder de Sumar hizo varios análisis de la situación, desde el cambio de una derecha que ya no era conservadora, sino “destructiva”, hasta la defensa de una ley de amnistía que, si algo quiere aprender de la experiencia política de los indultos, precisa de mucha pedagogía con la ciudadanía si no quieren que se convierta en un factor de desgaste para las formaciones progresistas.

Sin embargo, más allá del análisis de la situación externa, la vicepresidenta segunda en funciones marcó una serie de directrices a los suyos con un objetivo claro: cerrar filas en la investidura, pero también en la legislatura. “Lo importante está fuera, no está en nuestras cuitas internas”, aseguró ante los 30 parlamentarios de las ocho formaciones que constituyen el grupo.

La líder de Sumar enunció una serie de hitos que, a su juicio, validan el triunfo de la unidad sobre las diferencias entre los partidos: la victoria electoral del proyecto antagónico a la derecha y a la ultraderecha, el acuerdo programático de Gobierno con el PSOE, la constitución de la Mesa del Congreso con una mayoría progresista...

El Congreso, un espacio fundamental para Sumar

En este sentido, advirtió de que, tanto en la investidura de Sánchez como en el ciclo político que se abrirá después (“una legislatura de cuatro años” de “una nueva relación con el PSOE basada en el respeto de ambas formaciones”), la cohesión del grupo parlamentario de Sumar iba a ser clave porque precisamente el foco de esta legislatura estará en el Congreso de los Diputados.

“La parte esencial de este trabajo recae aquí, en el grupo parlamentario. El Congreso va a ser un espacio fundamental para el desarrollo de nuestra actividad política. Tenemos que impulsar el diálogo, el acuerdo y las políticas más útiles. Os pido que seamos responsables, sensibles, inteligentes; que nos pongamos al servicio de nuestro país; que seamos el espacio que debemos ser”, aseguró.

Sin embargo, Díaz no se refirió a las tensiones de los últimos meses, la polémica por el reparto de las portavocías en el Congreso y el malestar entre algunos partidos por algunas decisiones tomadas desde el 23J. En este grupo de asuntos que la vicepresidenta no trató de forma explícita en su intervención está el de la situación de un Podemos cuya militancia aprobó hace unos días una hoja de ruta para reforzar su autonomía respecto a Sumar y para dar carpetazo a la etapa en la que fiaban su futuro político a la figura de Díaz.

Esta misma militancia se encuentra inmersa en la actualidad en otro proceso de participación, el de la consulta sobre el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez (una consulta que el partido desplegó el pasado sábado y que se cerrará este martes a las 22.00 horas).

Los dirigentes del partido (empezando por su secretaria general, Ione Belarra) han pedido de manera expresa el a esta pregunta porque consideran que en la situación actual la legislatura debe echar a andar frente al abismo de una derecha radicalizada y volcada en deslegitimar la mayoría parlamentaria surgida de las últimas elecciones generales.

Una consulta rodeada de tensión en la izquierda

Sin embargo, no ocultan su malestar con Díaz y con Pedro Sánchez por no incluirlos de manera expresa en la negociación de la investidura y por no recoger ninguna de sus peticiones programáticas en el acuerdo de Gobierno firmado entre el PSOE y Sumar. Aunque se confía en que el (la posición de la dirección) salga adelante, no se descarta que número de inscritos que optan por la posición contraria crezca respecto a otras consultas realizadas.

La última consulta que realizó la formación fue la que terminó decidiendo una serie de cambios en las posiciones políticas, éticas y organizativas del partido; en este proceso participaron alrededor de 30.000 inscritos, una cifra inferior a la de otras consultas, pero porque se trataba de un complejo proceso de reorganización interna en base a un documento que recibió miles de aportaciones de la militancia a través de los círculos y de otros órganos del partido.

La última consulta para decidir una posición fue la que otorgó a la dirección de Podemos la potestad de tener la última palabra sobre un acuerdo electoral con Sumar que dejaba fuera a Irene Montero (una prerrogativa que pertenece por estatutos a la militancia). Entonces participaron casi 53.000 inscritos. En la consulta que el partido hizo en 2019 sobre el acuerdo de coalición pactado entre Sánchez y Pablo Iglesias participaron 135.000 personas.

En menos de 48 horas, cuando comience el debate de la investidura de Pedro Sánchez, el grupo parlamentario de Sumar y la izquierda alternativa tienen una primera prueba de fuego sobre el alcance real de la cohesión y unidad que Díaz ve imprescindibles para la buena marcha de la legislatura.

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