Los ultras se concentraron una vez más este miércoles frente a la sede del PSOE en Madrid, ubicada en la calle Ferraz, tras la convocatoria del sindicato Solidaridad, ligado a Vox. Las escenas de violencia que se produjeron este martes, las más crudas desde el inicio de estas protestas, no se han repetido en esta jornada.

El movimiento juvenil ligado a Vox, Revuelta, también ha señalado durante la jornada en la red social X que “seguirán yendo a la sede del PSOE traidor las veces que haga falta”.

Fuentes de la Delegación del Gobierno informaron de que la concentración de este miércoles no ha sido comunicada, y tampoco la del martes. Sólo se comunicó la protesta del lunes. Unas 1.500 personas participaron en la manifestación de este miércoles, según datos de la Delegación.

La Policía ha desplegado un amplio dispositivo desde antes de la siete de la tarde en las cercanías de la sede socialista y ha cortado el tráfico en esa vía, salvo en un carril, debido a los incidentes de este martes.

Los agentes ha introducido en un furgón a dos jóvenes, un chico y una chica, que llevaban la cara tapada con una braga y que habían sido recriminados por otros manifestantes que no querían actitudes violentas, según ha visto EFE. Entre los congregados estaba la líder del grupo neonazi Hogar Social Madrid, Melisa Domínguez.

Algunos congregados han increpado a los periodistas, gritando “televisión, manipulación”, mientras otros pedían que no haya violencia durante la concentración. Un asistente solicitaba, megáfono en mano, que no se movieran las vallas que había colocado la Policía para evitar incidentes.

Vox apoya “todas” las protestas y PP no apoya al PSOE en el Senado

A pesar de que Santiago Abascal ha estado en los últimos días alentando a la Policía a que “no obedezca órdenes ilegales” y haya reiterado que apoya “todas” las protestas contra la amnistía, Vox se desmarca de la violencia y dice apoyar solo “las pacíficas”.

El PP, por su parte, ha rechazado secundar al PSOE en una declaración institucional en el Senado para condenar la violencia en Ferraz y otras sedes socialistas. Mientras que, con algún matiz entre sus filas, la formación ha defendido la necesidad de que las manifestaciones sean pacíficas y estén debidamente comunicadas a la Delegación del Gobierno.