La ley de amnistía ha sufrido muchos cambios desde que, el 13 de noviembre, el PSOE la registrara en solitario en el Congreso de los Diputados. Los procesos de negociación, grosso modo, se pueden dividir en tres partes: antes de ese 13 de noviembre; antes del 30 de enero, cuando se votó por primera vez la amnistía y Junts per Catalunya la tumbó y, por último, antes del pasado 7 de marzo, cuando la Comisión de Justicia dio luz verde al último dictamen de la ley.

Pero, ¿cuáles son los cambios fundamentales y cómo queda, en definitiva, el último redactado de la amnistía? El tratamiento que se da en el texto a los delitos de terrorismo o de alta traición, las sanciones económicas, la horquilla temporal que abarca la amnistía o las referencias a la normativa europea son los principales remiendos.

Terrorismo y referencias a Europa

Las referencias al terrorismo en la ley son las que hicieron saltar por los aires la primera votación de la amnistía. Junts quiso estirar la negociación para asegurar que protegiera a todo aquel que pueda ser investigado por terrorismo en el marco del procés —Carles Puigdemont ya se encuentra en esa tesitura— y, de hecho, aspiraba a eliminar cualquier mención al terrorismo en el apartado de Exclusiones de la ley. El PSOE, sin embargo, se negó en rotundo.

Finalmente, el cambio más evidente que se ha introducido tiene que ver con que el actual texto vincula esos delitos de terrorismo con los que se tipifican como tal en el Derecho de la Unión Europea (UE). Se eliminan del texto, en ese punto concreto, las referencias al Código Penal español. De todos modos, expertos juristas en Derecho Internacional aseguran a Público que, a fin de cuentas, no cambia tanto: los jueces tendrán que operar en base al Código Penal.

En ese punto, también se introdujo algún pequeño matiz en el texto para subrayar que para que un eventual acto calificado de terrorista quede excluido de la amnistía deberá constatarse que la "finalidad" del mismo era el terrorismo y que se llevó a cabo con la intención de violar gravemente los derechos humanos.

Alta traición

Algo parecido ocurre con los delitos de alta traición. El texto final de la ley especifica que "actos tipificados como delitos de traición y contra la paz o la independencia del Estado" se excluyen del olvido penal, pero con excepciones. Quedarán fuera de la amnistía "siempre que se haya producido tanto una amenaza efectiva y real, como un uso efectivo de la fuerza en contra de la integridad territorial o la independencia política de España".

Horquilla temporal

Otra de las grandes reivindicaciones de Junts per Catalunya que, finalmente, figuran en el redactado de la ley de amnistía es la ampliación de la cobertura del olvido penal. En la última versión del texto se alarga la amnistía hasta el 1 de noviembre de 2011. Por el final, el límite se mantiene en el 13 de noviembre de 2023.

Sanciones económicas

La versión definitiva, a expensas de su paso por el Senado, de la  amnistía especifica que la ley "no dará derecho a la restitución de las cantidades abonadas en concepto de multa", con la salvedad de las infracciones "muy graves" consideradas como tal al amparo de la ley de protección de la seguridad ciudadana, siempre que así lo decida Administración, según su "criterio".

Malversación

Otro punto clave es cómo quedan los delitos de malversación. Lo que dice el texto de la ley que se aprobará, salvo monumental giro, este jueves 14 de marzo es que esos delitos tendrán cobijo en la amnistía "únicamente cuando estén dirigidos a financiar, sufragar o facilitar" cuestiones relacionadas con el procés. En ningún caso si ha existido enriquecimiento personal.

El pleno en el que culminará todo el proceso de negociación y se votará la ley de amnistía está previsto para este jueves entre las 11 y las 12 horas. Después, la ley irá al Senado. Allí, el Partido Popular, con su mayoría, podrá obstaculizarla, pero no impedir su aprobación.