MADRID.— Pedro Sánchez puso este lunes en evidencia, una vez más, su mala sintonía personal y política con el líder Podemos, Pablo Iglesias, hasta llegar a asegurar que está convencido que si depende de los votos del líder de Podemos nunca será presidente del Gobierno.

El candidato socialista indicó que, por su experiencia en los últimos meses, Iglesias nunca quiso que hubiera un gobierno socialista, y está seguro que tras el 26-J se mantendrá en la misma actitud y nunca apostará por un presidente del PSOE. Por ello, afirmó que "votar a Iglesias es votar contra el PSOE".

En este sentido, hizo una apelación clara al voto útil y a la necesidad de que el PSOE gane las elecciones para que en España haya un Gobierno de cambio.

Sánchez hizo estas consideraciones en un desayuno organizado por Nueva Economía Forum, donde hizo una exposición inicial marcadamente económica, en la que aprovechó para contestar a la carta enviada por Mariano Rajoy a la Comisión Europea.

Sánchez acusó al presidente del Gobierno en funciones, con toda contundencia, de "mentir sin pudor" al asegurar a los ciudadanos que quiere bajar los impuestos, mientras promete a Europa recortes del gasto público. En su opinión, lo que hay que hacer es "acompasar las exigencias" de cumplimiento del déficit con las necesidades del Estado del bienestar.

"Rajoy dice en Bruselas una cosa bien distinta a la que dice en España",  lamentó Sánchez, que ha defendido que a los españoles hay que "decirles la verdad". Por eso, admitió que no va a "poder bajar los impuestos", pero se comprometió a no "recortar el Estado del bienestar".

Sánchez aseguró que no va a "tocar ni un céntimo" a los impuestos de las clases trabajadoras y explicó que su objetivo es "subir los impuestos a las grandes corporaciones" y luchar contra el gran fraude fiscal para así "cubrir el déficit de financiación del Estado del bienestar".