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El récord de beneficios de la banca recrudece la batalla por los impuestos entre PSOE y Sumar

Las cinco principales entidades españolas ganaron más de 26.000 millones en 2023, un 26% más respecto al año anterior. Sumar y el PSOE negocian unos Presupuestos en los que se decidirá que hacer con el impuesto a la banca.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, conversan en sus escaños del Congreso de los Diputados. E.P./Eduardo Parra
María Jesús Montero y Yolanda Díaz en el Congreso. Imagen de archivo. Eduardo Parra / EUROPA PRESS

Una cifra ha irrumpido de forma atronadora en las negociaciones que el PSOE y Sumar mantienen para acordar un proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2024. El pasado año la gran banca española ganó más de 26.000 millones de euros (un 26% más que en 2022) y vuelve a reunir todas las condiciones para batir un nuevo récord de beneficios.

Las cinco principales entidades que operan en España (Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell y Bankinter) han mejorado todas las previsiones de los analistas y, aupados por una subida histórica de los tipos de interés con la que el Banco Central Europeo pretende contener la inflación, siguen en cifras récord.

Hace sólo una semana que el PSOE y Sumar iniciaron las negociaciones presupuestarias (que pronto se quedaron desdibujadas por el fracaso en la votación de la ley de amnistía en el Congreso). Pero desde antes de que las conversaciones arrancaran, ambas partes sabían que el de la fiscalidad iba a ser uno de los obstáculos que impedirían un acuerdo rápido y sencillo.

Lo sabían por varios motivos. El primero, porque el modelo fiscal ha sido desde 2020 uno de los elementos que más ha separado a los socialistas y a la izquierda alternativa, que en estos cuatro años y dos gobiernos no han podido abordar (en parte debido a sus diferencias) la gran reforma fiscal pendiente, aunque han aprobado medidas impositivas.

El segundo motivo es que en ese choque de modelos existen diferencias sobre qué hacer con los impuestos a la banca, a las eléctricas y a las grandes fortunas, tres tributos que tienen un carácter excepcional y que tienen los días contados. 

El impuesto a la banca se prorrogará durante 2025

El de las eléctricas se desplegó por los ingentes beneficios de las grandes compañías logrados al calor de la crisis de los precios de la energía; el de la banca, por los beneficios de las grandes entidades a raíz de las subidas de los tipos de interés (que han encarecido sobremanera muchas hipotecas a tipo variable contratadas por las familias); y el de las grandes fortunas, para dejar sin efecto la bonificación del impuesto de patrimonio aprobada por la Comunidad de Madrid para dejar de gravar a los más ricos.

Debido a su carácter excepcional y temporal, el PSOE y Sumar mantienen algunas discrepancias sobre qué hacer con ellos a la hora de desplegar unas nuevas cuentas para este año. Los de Díaz siempre han defendido hacerlos estructurales y permanentes bajo la premisa de que la situación que provocó su aprobación sigue vigente (en el caso de la banca y de las eléctricas, los grandes beneficios en un momento en el que muchas familias atraviesan una situación económica complicada).

Para Sumar, el dato que se ha dado a conocer este fin de semana refuerza su premisa y dota de mayor impronta sus argumentos para que el tributo sea permanente. Durante la negociación del acuerdo de coalición, los de Díaz ya pidieron hacer permanentes estos tributos, y finalmente el documento recoge el compromiso de "revisar y readaptar" los impuestos cuando expiren "para que sigan contribuyendo a la justicia fiscal".

En esa revisión y readaptación está la batalla entre ambos espacios por la reforma del impuesto. En una entrevista en El País publicada este domingo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, valoró de forma positiva la eficacia del gravamen a la hora de recaudar y redistribuir la riqueza, y recordó que el Gobierno lo prorrogó en diciembre (era una de las medidas del denominado decreto anticrisis) para que también estuviera activo durante 2025. 

"Ha sido un acierto en cuanto al impacto que ha tenido en la redistribución de los costes de la de la crisis para ayudar a las familias que más lo necesitaban. El objetivo es que suponga una recaudación que nos ayude a llevar a cabo medidas de alivio para los hogares", afirmó.

Sumar advierte: "No tenemos otra medida"

Sin embargo, rechazó responder acerca de la posibilidad de hacerlo permanente (como pide Sumar) e insistió en que no podía suponer "un elemento distorsionante para la solvencia de nuestras entidades". Desde la formación liderada por Yolanda Díaz explican que la situación genera una serie de desigualdades que sólo pueden ser paliadas a través de convertir en permanente este tributo.

"La banca está subvencionada por el Banco Central Europeo, ya que el dinero que el BCE da como liquidez a la banca lo puede depositar en cuentas corrientes del BCE a tipos que pueden llegar hasta el 4%. Por lo tanto, la banca está recibiendo básicamente una subvención directa del Banco Central Europeo a la vez que seguimos con un entorno de tipos de interés muy caros que genera beneficios muy importantes para la banca", explicó este lunes el portavoz de la formación y ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

"Ante esto no tenemos otra medida de política económica para evitar que se genere un aumento de las desigualdades y una redistribución de la renta hacia los rentistas del capital brutal en este país que gravar esos beneficios con impuestos", concluyó.

La batalla de los impuestos no ha hecho más que empezar, y tendrá una importancia crucial en la negociación presupuestaria que mantienen los partidos del Gobierno. De momento, la gran banca sigue rompiendo récords mientras el Ejecutivo debate qué hacer con el tributo que los grava con la finalidad de repartir los costes de una situación económica desigual entre familias y entidades financieras.

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