Público
Público

El PSOE refuerza como estrategia electoral identificar PP con Vox tras el patinazo de la derecha con el aborto en Castilla y León

Este asunto, junto con la manifestación del pasado sábado contra Sánchez o la propuesta de Feijóo de que gobierne la lista más votada, es usado por los socialistas para asimilar a los populares con la ultraderecha. "El PP no puede esconder su principal problema: su derechización", afirman en Ferraz. 

5/1/23 Nadia Calviño y Pedro Sánchez atienden a la intervención de Alberto Núñez Feijóo el pasado 18 de octubre en el Senado.
Nadia Calviño y Pedro Sánchez atienden a la intervención de Alberto Núñez Feijóo el pasado 18 de octubre en el Senado. Alejandro Martín Vélez / Europa Press

Hace prácticamente un año el Gobierno de Castilla y León cambió de composición. El PP gobernaba con Ciudadanos pero la decisión de Alfonso Fernández Mañueco de convocar elecciones anticipadas derivó en que la formación naranja pasase a ser sustituida por Vox. Era la primera vez que la ultraderecha entraba en un Ejecutivo autonómico. La izquierda se puso en alerta mientras trataba de acorralar al "nuevo" PP de Alberto Núnez Feijóo como aliado del partido de Santiago Abascal. El PSOE ha incidido en muchos momentos en esta identificación. Pero con toda la polémica creada alrededor del protocolo del aborto, la estrategia estará todavía más presente en año electoral. 

Con la polémica en cierto modo amainada, intervención del Gobierno mediante, fuentes del PSOE consideran que lo que he pasado les ha mucho daño a los populares. Desde que el vicepresidente autonómico Juan García-Gallardo presentara su propuesta, tanto en Moncloa como en Ferraz respondieron con contundencia. El Gobierno de Pedro Sánchez fue claro ya el pasado mes de febrero tras conocerse los resultados electorales. "vamos a estar muy atentos para que no haya un solo retroceso en materia de derechos fundamentales, en especial los de las mujeres", advirtió públicamente la portavoz, Isabel Rodríguez. 

La propia Rodríguez también cargó duramente la semana pasada contra Feijóo con el asunto en su punto álgido. "Este silencio no es casual, ni siquiera interesado, es cómplice. La posición del PP de Feijóo es la misma que la de Mañueco y la de Vox. Feijóo no habla no porque no lo comparta, sino porque es cómplice", dijo. "La vida política de Castilla y León se ha deteriorado, la región es noticia día sí y día también por los desvaríos de un Gobierno de coalición inestable y con propuestas medievales", se lamentan fuentes de la dirección en Ferraz. 

Para la cúpula socialista, "el PP no puede esconder su principal problema: su derechización". Desde su punto de vista, "el viaje a los extremos que está realizando Feijóo le impide llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas que no sean Vox". "Si de verdad el PP fuese un partido centrado, tendría opciones de pacto con otros partidos", añaden las fuentes consultadas por Público. "En el extremismo, te quedas solo o con amistades peligrosas", advierten. 

Frente a esto, desde el PSOE están decididos a apostar por "políticas socialdemócratas para la mayoría, que logran consensos sociales y son valoradas de forma positiva por la inmensa mayoría de la ciudadanía". "Si el PP sigue perdido, con sucesiones cerradas en falso, problemas de liderazgo y coaliciones con la ultraderecha, es su responsabilidad acabar con todo ello y comportarse como un partido útil para los españoles", añaden en la dirección del PSOE. 

La falta de liderazgo de Feijóo también ha sido explotada los últimos meses por el PSOE. Especialmente tras la ruptura de las negociaciones sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En este sentido, consideran en las filas socialistas que el líder del PP se deja arrastrar por las presiones tanto del ala dura de su partido, representada en particular por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Y a a la vez por los medios conservadores, tal y como le afeó públicamente el propio Sánchez en un debate en el Senado. 

En el PSOE tienen claro que en muchos territorios la disputa será más entre bloques que entre partidos. Sánchez asumió ese marco ya hace un año. "O gobierna el PSOE con el espacio de Yolanda Díaz, o gobierna el PP con Vox. A esa fórmula vamos a ir con gobiernos de coalición, como en el resto de Europa", dijo en una entrevista. Los socialistas han querido cuidar en este sentido la coalición al máximo pese a las palpables tensiones en algunos temas. Pero la realidad es que ha durado más que otros Ejecutivos autonómicos conservadores. También hay ejemplos similares en lugares como Illes Balears, Aragón o el País Valencià. 

La manifestación del pasado sábado en Madrid, contra Sánchez y su Gobierno, también ha sido aprovechada para esta asimilación. En la cita coincidieron, a modo de una nueva "foto de Colón", representantes políticos de PP, Cs y Vox. Los socialistas distribuyeron este lunes un vídeo en sus redes sociales en el que ironizan sobre la supuesta moderación de Feijóo. A sus palabras de apoyo a la convocatoria se le añaden imágenes del sábado con mensajes de claro carácter ultraderechista y alguna que otra bandera franquista. 

Tampoco dejó pasar el PSOE la propuesta de Feijóo para que gobierne la lista más votada en las elecciones, presentada oficialmente este lunes y tal como adelantó Público la semana pasada. Los socialistas no consideran creíble esta idea, que califican como "incoherente" y un "copia y pega" de otros momentos. No tienen dudas en Ferraz, "porque ya es una realidad", de que los populares "gobernarán y se abrazarán con Vox" allá donde lo necesiten. 

En el recuerdo también están las "maniobras" del PP con el Tribunal Constitucional (TC) para impedir una votación, primero en el Congreso y luego en el Senado. Sánchez denunció incluso un "complot" contra el Gobierno por parte de la derecha política y judicial, jaleado por la derecha mediática. Desde las filas socialistas se alertó del "trumpismo" en el que estaban cayendo los populares. 

Mirada internacional

El contexto internacional también ha servido en el último año para que los socialistas asimilen a los populares con la ultraderecha. "En España deberíamos abordar el problema de la ultraderecha como se hace en el resto de democracias consolidadas. El PP es una anomalía entre sus partidos homólogos europeos", afirman en Ferraz. 

El pasado mes de abril, pocos días después de la llegada de Feijóo a la presidencia del PP, desde el Gobierno de Sánchez se comparó la situación en Castilla y León con la de Francia. En el país vecino se hizo un cordón sanitario a la ultraderecha de Marine Le Pen por parte de todas las fuerzas política tras pasar esta a la segunda vuelta electoral contra Emmanuel Macron. "Macron y Le Pen ponen al PP ante su peor espejo. Bastaron dos horas para que todos los partidos hicieran un veto democrático", dijo el entonces portavoz de la dirección del PSOE, Felipe Sicilia. 

Mucho más reciente es el ejemplo de Brasil. Tras el asalto a las instituciones democráticas por parte de seguidores de Jair Bolsonaro, el presidente Sánchez alertó sobre el peligro de la ultraderecha. "La mayor amenaza contra la paz y la prosperidad en el mundo es la existencia de movimientos ultra dispuestos a arrollar con todo", dijo el líder del Ejecutivo. Los socialistas además lamentaron la ambiguedad de Feijóo y otros dirigentes populares en condenar la acción y apoyar al presidente electo, Lula Da Silva. 

Que la presencia de la ultraderecha en las instituciones va a ser uno de los temas de la campaña electoral lo dejó también claro el propio Sánchez el pasado sábado. "Quien quiera saber qué haría un hipotético gobierno de Feijoó y Abascal, no hace falta más que ver lo que hacen Mañueco y Vox aquí en Castilla y León", dijo en un acto celebrado en Valladolid. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias