Los actos institucionales por el Día de la Memoria en Euskadi volverán a estar marcados por la ausencia del PP vasco. El cambio de timón en la formación conservadora, que ha pasado a manos de Javier de Andrés en sustitución de Carlos Iturgaiz, no ha supuesto cambio alguno en la posición de los populares ante cada 10 de noviembre: al igual que en los últimos años, los populares no irán a las actividades oficiales porque, aseguran, se niegan a coincidir con EH Bildu.

El Día de la Memoria en Euskadi se celebra desde 2010. La fecha elegido obedece a una razón concreta: se trata del único día del calendario en la que no se produjo ningún asesinato a manos de ETA. La conmemoración se traduce en un acto institucional en el Parlamento Vasco, con presencia de representantes de los partidos y del Gobierno autonómico.

El PP empezó a boicotear este acto en 2013, exactamente dos años después de que ETA anunciara el “cese definitivo de su actividad armada”. Los conservadores criticaron entonces que la conmemoración de ese día incluyera una mención a “todas las víctimas”, algo que, según entendían, desvirtuaba el objetivo de esa jornada.

El descuelgue de los populares coincidió con la entrada de EH Bildu a los actos oficiales por el Día de la Memoria, un gesto cargado de sentido. Desde entonces, el esquema se ha repetido de forma idéntica año tras año: la coalición soberanista asiste a los actos oficiales y el PP contraprograma con un acto propio, fuera del Parlamento vasco.

“Como todos los años, haremos nuestro propio acto porque en los institucionales está EH Bildu”, señalaron fuentes del grupo parlamentario popular a Público. La decisión se ha mantenido tras la desaparición de ETA, producida oficialmente en mayo de 2018, seis años y medio después del anuncio de cese definitivo de la violencia.

Vox y sus banderas

Vox, que cuenta con una representante en el Parlamento vasco, tampoco estará en el acto oficial que empezará a las 10.00 de la mañana. El año pasado, la ultraderecha optó por colocar 379 banderas de España en las campas de Armentia, en Araba, para aludir así a los crímenes de ETA sin resolver.   

La cosa no cambia en el ámbito -cada vez más estrecho e insignificante en términos electorales- de la filial vasca de Ciudadanos. El partido que ahora lidera el europarlamentario Adrián Vázquez tiene hoy un parlamentario en Euskadi, obtenido en realidad gracias a la coalición alcanzada con el PP en las elecciones autonómicas de 2020.

El acuerdo entre ambas formaciones se rompió en julio pasado, lo que ha provocado que José Manuel Gil, líder del partido naranja en Euskadi, acabe ocupando su banca en solitario. Mientras convivió con el PP, el representante de Ciudadanos actuó en consecuencia y se mantuvo fuera de los actos institucionales por el Día de la Memoria.

Por su parte, EH Bildu tiene previsto acudir a la concentración y ofrenda floral de Etxerat (asociación de familiares de presos) frente al Parlamento, donde homenajearán a las víctimas provocadas por la dispersión carcelaria. Posteriormente, la representación de la izquierda soberanista tomará parte en el acto oficial de la Cámara vasca.