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Los partidos apuntan a un acuerdo de última hora para la Mesa del Congreso

La discreción se ha impuesto en el entorno de los partidos del bloque progresista que tratan de llegar a un acuerdo para obtener mayoría en la Mesa a una semana de la constitución de las Cortes Generales.

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Los diputados de ERC Teresa Jordà, Francesc-Marc Álvaro y Pilar Vallugera, a punto de recoger sus credenciales como diputados este 10 de agosto. J.J. Guillén / EFE

Fuentes de Compromís-Sumar aseguran que, aunque las negociaciones para la Mesa del Congreso que se están produciendo en el bloque progresista cuentan con el compromiso de las distintas partes, todo apunta a que no se resolverán hasta las últimas horas antes del jueves día 17, cuando se constituyen las Cortes Generales. "No esperemos mucha cosa hasta el miércoles", deslizan.

También se reafirman en cuanto a que el presidente del Congreso no tendría por qué ser "sí o sí" una figura socialista y que podría pertenecer a otro grupo parlamentario, tal y como sugirió el exdiputado Joan Baldoví el martes, algo que, a priori, descartan tanto el PSOE , como el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun. En la Cadena SER, recordó que el socialista es "el partido que más votos tiene del bloque", con lo que en Sumar encuentran lógico que ostente la presidencia de la Cámara Baja.

La nueva diputada de Esquerra Republicana Teresa Jordà, en una comparecencia en sede parlamentaria, ha repetido que ERC, uno de los partidos de los que dependen el PSOE y Sumar para lograr la mayoría progresista en la Mesa, no da ningún voto de forma gratuita, pero, en un mensaje velado a Junts, ha puesto en valor lo que supone para el independentismo catalán tener a 14 diputados en el Congreso: "Creo que sería bueno no echar a perder esa fuerza".

El jueves 17, entonces, empieza todo. Será el primer día de la legislatura y se elegirá la presidencia del Congreso de los Diputados, así como la composición de la Mesa (formada nueve diputados), que tiene un papel relevante en el sistema político español. Sus miembros tienen el poder de admitir a trámite las leyes y proposiciones de los grupos y, por tanto, pueden agilizar o ralentizar las iniciativas parlamentarias. 

Pero en el caso de esta legislatura que viene, las negociaciones para la Mesa se están entendiendo como la antesala del plato fuerte, la investidura. No obstante, los partidos implicados en la negociación se están esmerando en desmarcar una cosa de la otra. "Primero la Mesa y después la investidura", advierten fuentes del BNG. También se ha expresado en este sentido la diputada Teresa Jordà.

El caso es que el equilibrio de fuerzas para ambas cuestiones es el mismo. PSOE y Sumar necesitan trabajar el apoyo de Junts per Catalunya (además del Partido Nacionalista Vasco, Esquerra, EH Bildu y el BNG) para lograr mayoría en la Mesa y, después, la investidura. Por eso, la semana que viene se perfila como una especie de preliminar, aunque con un peso específico evidente, de lo que cabe esperar de cara a septiembre. En cualquier caso, la pelota sigue en el tejado de Junts.

"Discreción". Es la palabra que se ha impuesto en Ferraz en todo lo que rodea a las negociaciones. Tanto las fuentes consultados por Público, como el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, instan a respetar los tiempos y a ser prudentes.

"Queremos ser discretos tanto en el contenido de las negociaciones, como en el continente [en referencia a los puestos en la Mesa que puede ocupar cada partido], como en quién está llevando a cabo dichas conversaciones", afirmaba Bolaños en una comparecencia en el Congreso este jueves, antes de recoger su acta de diputado.

No obstante, el ministro en funciones sí se ha permitido lanzar un dardo al Partido Popular al ser preguntado por la voluntad existente en Génova de lograr una investidura. "Los que echan las cuentas en el PP deben de ser los mismos que hacían las encuestas", ha comentado, no sin sorna, en referencia al resultado de las elecciones del 23J.

Fuentes internas del partido, por otra parte, afean a Elías Bendodo, coordinador general del PP, que haya asegurado que la violencia "de cualquier tipo", incluida la de género, es una prioridad del PP, cuando, en palabras de las mismas fuentes, lo que han hecho los populares ha sido "eliminar consejerías y concejalías" en varias administraciones, además de "nombrar a 'negacionistas' de la violencia de género para altos cargos".

Teresa Jordà: "Tenemos una oportunidad de oro"

"De momento", ha confirmado Jordà, "solo nos hemos reunido con el PSOE por llamada y por videoconferencia". La primera reunión presencial que los republicanos llevaban a cabo con los socialistas se ha producido este jueves 10 de agosto, poco después de las declaraciones de la diputada. Es en estos primeros encuentros presenciales en los que ERC prevé empezar a hablar de la composición de la Mesa, aunque, ha especificado la propia Jordà, el apoyo del partido al tándem PSOE-Sumar "no es un tema de nombres".

Más bien, ha zanjado, es un tema de compromisos. El principal, no obstante, es que ERC consiga un grupo propio en el Congreso de los Diputados. Como ya contó Público, ni los republicanos ni Junts cumplen los requisitos, pero precisamente la Mesa del Congreso tiene la potestad de permitir excepciones. La diputada, de todos modos, lo da prácticamente por hecho: "Las primeras conversaciones lo garantizan".

Si en Ferraz y en el entorno de Sumar se ha impuesto la "discreción", en el de Junts reina el silencio. La plana mayor de la delegación del partido en Madrid ha desfilado esta jornada de jueves por la Carrera de San Jerónimo para recoger sus credenciales de diputados, pero no han soltado prenda. Sí que lo hizo, a través de Twitter, el secretario general de la formación, Jordi Turull, el pasado miércoles.

Utilizó la red social para responder a Ernest Urtasun, que afirmó en la SER que las negociaciones entre ERC y Junts "avanzan de forma positiva". Turull lo desmintió. "Primera noticia, por lo menos en lo que concierne a Junts", aseveró. 

La semana que viene, el PSOE se enfrentará a su primer examen de cara a la investidura. "Tienen que demostrar que son un partido de estado", ha retado Jordà. El tiempo se agota, pero las negociaciones no cesan y, en política, siete días son una eternidad.

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