MADRID.- Desde la depuración de los maestros y catedráticos de la II República a las dificultades de los historiadores para continuar investigando los crímenes de la dictadura pasando por los bebés robados, por figuras como Puig Antich o Julián Grimau sin olvidar a los poetas Miguel Hernández y Federico García Lorca. La revista Crónica Popular acaba de publicar el suplemento Los crímenes del franquismo, una publicación impresa de 175 páginas que realiza una fotografía precisa sobre el estado de la Memoria Histórica en España, dando voz a asociaciones y víctimas de la dictadura y aportando amplios reportajes sobre la represión franquista durante la Guerra Civil y los 36 años de dictadura.

“Esta publicación era necesaria. Si esperamos mucho más los protagonistas habrán muerto y no habrá nadie que pueda contarlo en primera persona. Es un deber de justicia”, señala a Público Mercedes Arancibia, codirectora de Crónica Popular.

La publicación incluye artículos de opinión, entre otros muchos, de Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica; del historiador Francisco Espinosa, que acaba de publicar Violencia roja y azul; y de Nicolás Sánchez Albornoz, que habla en primera persona sobre su experiencia como trabajador forzado en la construcción del Valle de los Caídos. Así, también contiene entrevistas con el exfiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo y con Carlos Slepoy, abogado de las víctimas del franquismo en la llamada querella argentina.

“Si no cultivamos la memoria se acabará perdiendo y se repetirán errores del pasado. Los poderes fácticos no tienen el más mínimo interés en que nuestro pasado se conozca. En Alemania se esclareció lo sucedido con los nazis, en Francia pasó lo mismo con los colaboracionistas… Aquí no dejan ni buscar las fosas ni permiten a los jueces investigar”, denuncia Arancibia, que recuerda el proceso abierto contra Garzón por investigar los crímenes de la dictadura en España.

Un pueblo sin memoria

La revista, editada por Crónica Popular, persigue que la Memoria Histórica no caiga en saco roto y sea reescrita por los vencedores de la Guerra Civil. “Conviene que las nuevas generaciones estudien una historia completa y no una historia escrita por los vencedores o por los que no estaban”, denuncia Arancibia, que recuerda que un pueblo que pierde la memoria “está perdido”. “Prueba de ello es que los países más sensatos han recuperado su memoria”, sentencia.

Los interesados en conseguir un ejemplar de la publicación pueden ponerse en contacto con Crónica Popular en el siguiente link.