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Un juez condena a la Seguridad Social a devolver la pensión por incapacidad a un diseñador gráfico con agorafobia

Los expertos alertan de que cada vez hay más solicitudes ante el INSS por incapacidades derivadas de la depresión.

Huelga general por la salud mental en Málaga (Andalucía, España). Foto de ARCHIVO
Manifestación por la salud mental en Málaga. Foto de ARCHIVO. Álex Zea / Europa Press

El Juzgado de lo Social 22 de Barcelona ha devuelto la pensión por incapacidad permanente absoluta a un diseñador gráfico de 40 años que sufre depresión y agorafobia, es decir, el miedo y la ansiedad intensos a estar en lugares de donde es difícil escapar o donde no se podría disponer de ayuda. 

Esta dolencia le impedía desarrollar su trabajo habitual como diseñador gráfico en una oficina. Al hombre le fue reconocida la incapacidad el 4 de marzo de 2020. Desde entonces cobraba una pensión por ello, con una base reguladora de 416 euros. 

Según los informes médicos, el paciente presentaba además un trastorno somatoforme [conjunto de síntomas para los que no hay explicación por una lesión orgánica] para el que no tolera la medicación. "El tratamiento con psicoterapia grupal no funciona, pendiente de iniciar terapia individual", consta en su expediente. 

La Subdirección General de Evaluaciones Médicas inició el 30 de septiembre de 2021 un procedimiento de revisión que concluyó con que el diseñador había mejorado y ya no se encontraba en ningún grado de incapacidad permanente. Así, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le retiró la pensión. 

Pero el hombre no había mejorado. Presentó una demanda y el juez le ha dado la razón. Dice la sentencia, a la que ha tenido acceso este medio, que no se considera que concurra la mejoría postulada por el INSS y que siguen existiendo las limitaciones permanentes por razón de su estado psicológico que provocaron la declaración de incapacidad absoluta para el desarrollo de cualquier profesión. El juez ordena además que se le abonen los atrasos desde septiembre de 2021.

El bufete que ha llevado el caso ha sido Campmany Abogados. Su director, Jorge Campmany, indica que aunque el INSS tiene la capacidad de revisar las declaraciones de incapacidad, "para quitarle la pensión a alguien tiene que haber una evidente mejoría, algo que en este caso no concurría".

Explica este experto que cada vez hay más solicitudes de incapacidad permanente por depresión mayor. "Para que se pueda reconocer es necesario que tenga carácter crónico y recurrente. Y, además, el INSS ha de determinar (o en caso de negativa por su parte, hacerlo un juez) que se han agotado las posibilidades terapéuticas para tratarlo", dice Jorge Campmany.

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