Veinticuatro horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, diera un ultimátum al PP para que se avenga a renovar el CGPJ en lo que queda de mes o, en caso contrario, el Gobierno presentará una propuesta para desbloquear dicha renovación inspirada en la llamada 'vía Guilarte', el presidente suplente del Consejo, Vicente Guilarte, recula. 

Guilarte cambia de opinión ahora sobre su propuesta estrella, que ha paseado por varios escenarios desde que el pasado 23 de abril la registrara oficialmente en el Congreso y en el Senado; una propuesta que privaba al CGPJ de su competencia de oro, la de hacer nombramientos en el Supremo, para despojarle así de su mayor atractivo de cara a los grupos parlamentarios, con el objetivo de impedir bloqueos como el que protagoniza el PP desde hace ya cinco años y medio. 

Es decir, Guilarte plantea una manera de "despolitizar" el órgano de gobierno de los jueces a través de un reforma sobre las competencias del CGPJ. Y así lo expuso el pasado 22 de mayo en el Ateneo de Madrid en una convocatoria de la Fundación Más Democracia. 

En aquella ocasión expuso su propuesta para que el Consejo deje de nombrar a los miembros del Tribunal Supremo y hacer, así, menos atractivo el control del CGPJ por parte de los grupos parlamentarios. De esos nombramientos se encargaría una comisión experta. 

Este jueves a primera hora Guilarte ha enviado al Parlamento una "actualización" de su propuesta, según informa el CGPJ, en la que en relación a los nombramientos de los jueces del Supremo ha incorporado dos párrafos nuevos, sin suprimir ni una coma sobre la citada comisión experta que tendría que nombrar a dichos magistrados. 

Ahora, Guilarte matiza que la última palabra sobre los nombramientos la tendría el CGPJ: "Finalmente, para ser plenamente consecuentes con el art. 122.2 de la Constitución, podría establecerse que la Comisión hiciera una propuesta de nombramiento, necesariamente motivada, que sería elevada al Pleno del CGPJ y que este podría rechazar mediante acuerdo motivado".

"En caso de rechazo por parte del Pleno del CGPJ, se instauraría un nuevo proceso para el nombramiento. De esta manera queda totalmente a salvo la indeclinable competencia del CGPJ para efectuar nombramientos y se obviaría la eventual crítica de "cooptación" de la alta magistratura", añade Guilarte. 

Llama la atención la premura en incorporar estas matizaciones, inmediatamente después de que el presidente Sánchez pusiera este miércoles como ejemplo de posible reforma del CGPJ una modificación de su competencia para nombrar a los magistrados del Supremo.