Hace 12 días que las cocinas del nuevo Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid, comenzaron a funcionar. Después de un retraso de siete meses en su apertura, los trabajadores esperaban que esta renovación marcara un punto de inflexión y mejorara su situación tras  años de recortes y de deterioro progresivo de la sanidad pública madrileña. Sin embargo, la situación actual dista mucho de sus expectativas iniciales.

Luis López, trabajador de mantenimiento y delegado del Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (Mats), denuncia a Público las deficiencias en el diseño de la nueva cocina del hospital. "La rejilla del desagüe no tiene la inclinación necesaria para que el agua fluya, lo que provoca que todo se inunde. Las trabajadoras deben retirar el agua con cepillos y trabajar prácticamente en una charca. Para absorber la humedad, colocan cartones en el suelo junto a un cubo. Además, las máquinas han estado fallando desde el primer día", cuenta.

Expone las duras condiciones laborales que enfrentan las trabajadoras en las nuevas cocinas del hospital. "Están trabajando a temperaturas de entre cinco y 11 grados, y solo les han entregado un polar como abrigo. Los trenes de lavado están averiados, el mantenimiento no llega o lo hace tarde, y deben lavar todo a mano, lo que les genera un estrés añadido", detalla. Además, critica la falta de equipamiento adecuado: "No puedes meter a los trabajadores en unas instalaciones nuevas sin proporcionarles los medios necesarios. No tienen ropa de abrigo adecuada, ni guantes, y las taquillas para guardar sus pertenencias son demasiado pequeñas", recalca. 

López señala que la situación ya fue abordada en un comité de seguridad y salud celebrado en noviembre. "Dicen que van a solucionarlo, pero la realidad es que los trabajadores siguen enfrentándose a estas condiciones", asegura. Según el delegado del Mats, tras esa reunión no ha habido avances ni respuestas por parte de la dirección del hospital. Público ha intentado contactar con la dirección del centro en varias ocasiones, pero tampoco ha recibido respuesta.

Fuentes de la Consejería de Sanidad de Madrid aseguran a Público que el problema con el tren de lavado fue resuelto el mismo día en que se reportó la incidencia. Asimismo, afirman que se ha adquirido vestuario térmico y forros polares de manera urgente para los trabajadores. "El desajuste de temperatura puntual ya está solucionado y actualmente todo funciona con normalidad", sostienen. Sin embargo, las trabajadoras del hospital contradicen esta versión y aseguran que continúan desempeñando sus labores en condiciones precarias.

La nueva gestión de las comidas afecta a los pacientes

Luis López advierte que las deficiencias en las cocinas tienen un impacto directo en los pacientes, debido al cambio en el método de preparación de los alimentos. "Antes, la comida se elaboraba el mismo día, pero ahora se prepara con uno o dos días de antelación", explica. Por su parte, Pilar Gómez, trabajadora de una planta de hospitalización, confirma a este diario que los problemas surgen especialmente cuando se debe ajustar la dieta de un paciente o se produce un nuevo ingreso, lo que complica la gestión de las comidas y afecta la atención personalizada.

Gómez detalla que, al prepararse con antelación y congelarse, la comida no llega a tiempo al paciente si no hay una planificación adecuada. Según la trabajadora, en estos casos, la dirección del hospital propuso como solución ofrecer únicamente un yogur, alegando que no había alimentos disponibles. "En cocina nos desmintieron que eso fuera así", dice. 

La trabajadora critica la falta de planificación en la transición de la antigua cocina a las nuevas instalaciones. "No existe un pilotaje para gestionar este cambio. Están funcionando a base de prueba y error, pero con el hospital en pleno funcionamiento", señala. Luis López comparte esta preocupación y asegura que la improvisación está afectando tanto al personal como a los pacientes. "Están lanzando a los trabajadores a los leones, dejándolos a su suerte, y esta situación también la están padeciendo los pacientes", denuncia. 

Suspensión de cirugías 

La semana pasada, las trabajadoras del servicio de esterilización del Hospital 12 de Octubre denunciaron a Público la desorganización en los quirófanos tras la apertura del nuevo centro. Según informaron, las cajas con el material quirúrgico urgente tardan hasta cuatro horas en estar listas, se reciben suministros erróneos o incompletos, y, en muchas ocasiones, falta instrumental básico.

"Esto ha impedido llevar a cabo intervenciones con la seguridad necesaria. En varias guardias, los equipos quirúrgicos se han encontrado sin los instrumentos esenciales para atender emergencias vitales y provocando la suspensión de cirugías, una situación que califican de inaceptable y que consideran una grave negligencia", según detalló Mats.

Diana Ruiz, enfermera en quirófano, reconoció en declaraciones a este medio que tanto la Consejería de Sanidad de Madrid como la dirección del hospital han afirmado estar trabajando para resolver los problemas, la misma respuesta que han recibido los empleados de cocina. La trabajadora subrayó que no se llevaron a cabo fases de adaptación, tal como había señalado la Consejería, y afirmó que "los partes quirúrgicos son exactamente los mismos que antes del traslado".