La falta de acuerdo entre el PSOE y Junts ha desacelerado una investidura de Pedro Sánchez que esta semana, por momentos, parecía inminente. Este viernes, estaba escrito que la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, convocaría el Pleno para mediados de la semana próxima. En cuestión de días, por tanto, un nuevo Gobierno de coalición tomaría posesión. Aunque Carles Puigdemont haya enfriado las prisas, esa posibilidad sigue encima de la mesa, y el revuelo en el seno del PSOE y de los partidos que conforman Sumar está garantizado por la expectación sobre quiénes asumirán las carteras ministeriales.

Por el momento, hay una variable que dificulta acertar en las quinielas: todavía no está asegurado el número de ministerios que conformarán el próximo Ejecutivo. Sánchez, según fuentes de Sumar, dice unos días un número más amplio que otros, cuando reduce el Gobierno. Ante esta situación, hay partidos de la coalición de izquierdas que ayer se veían sentados en el Consejo de Ministros y hoy se ven fuera.

Es el caso de IU, que este jueves celebraba una Coordinadora Federal. El órgano dirigido por Alberto Garzón debatió con tensión acerca de las posibilidades de entrar a formar parte del próximo Ejecutivo presidido por Sánchez si este resulta investido, de nuevo, presidente. Algunas fuentes presentes en la reunión aseguran que esta semana ven más difícil un ministerio para IU que en el pasado.

El entorno de Yolanda Díaz no oculta que la vicepresidenta en funciones ha defendido en algunas ocasiones la presencia de perfiles técnicos, expertos y profesionales en las carteras ministeriales, por encima de dirigentes de los partidos políticos. Pero en IU afean que suenan nombres para ocupar estos puestos en el Gobierno que, por el contrario, sí que forman parte de organizaciones. Es el caso de Mónica García, líder de Más Madrid, a la que algunos sitúan al frente a Sanidad; o de comuns, muchos dan por hecho que la confluencia catalana volverá a tener sillón en la coalición gubernamental.

En IU, tanto el entorno más cercano al coordinador federal Garzón, como el más próximo a la dirección del PCE, cuyo secretario general es el diputado Enrique Santiago, consideran justo tener representación en un ministerio. La formación se ha volcado con Sumar y con Díaz desde que cogió las riendas, y ya se quedaron fuera del reparto de portavocías en el grupo parlamentario del Congreso.

Un ministerio para Podemos

La formación liderada por Garzón ha convocado a la militancia a un referéndum interno. Las votaciones online finalizarán este sábado a las 22 horas, pero se podrá votar en urna en las sedes del partido durante la jornada del domingo. La pregunta pactada por la Coordinadora Federal de IU para la consulta es: “En base al acuerdo de gobierno acordado entre Sumar y PSOE ¿Estás de acuerdo con que IU participe en un Gobierno de coalición Sumar y PSOE?”. Los resultados de esta consulta se darán a conocer, en principio, el próximo lunes.

Otra variable que influye en el reparto de las carteras que corresponderán a Sumar es si Podemos contará o no con una de ellas. Aunque no ha trascendido demasiada información de las negociaciones entre Sánchez y Díaz, en principio la formación morada no parecía entrar en este reparto, sobre todo si se parte de la premisa de que la primera intención del PSOE era la de reducir el número de carteras respecto a la legislatura pasada.

Ahora hay dos claves que apuntan a un eventual vuelco en este escenario. La primera es que los de Belarra se encuentran inmersos en un proceso de rearme identitario y de emancipación de Sumar para tener las manos libres durante la legislatura. Algunas voces de la propia formación morada trasladan que su inclusión en el Gobierno anticiparía una legislatura más tranquila que si se quedaran fuera, un escenario este último en el que Podemos ya ha advertido de que sus votos “valdrían lo mismo que los de ERC o el PNV”.

La segunda clave reside en los cambios constantes sobre el volumen ministerial en la negociación. No es lo mismo que Díaz afronte un reparto en el seno de su espacio con cinco carteras en el bolsillo, a que lo haga con tres o cuatro. De las condiciones en las que salga la vicepresidenta de su negociación con el PSOE depende en buena medida el reparto dentro del espacio de la izquierda alternativa.

En el caso de Podemos, además, la cuestión no sólo reside en si finalmente lideran un departamento o no. Los de Belarra han especificado qué departamento quieren y cuál sería la persona designada para ello. Su objetivo es que Irene Montero y su equipo sigan al frente de Igualdad en esta legislatura y, de hecho, es una petición que no sólo le han trasladado a Díaz, sino también al propio Sánchez (junto con medidas programáticas que finalmente no fueron recogidas en el acuerdo rubricado entre el PSOE y Sumar).

Podemos también consultará a su militancia sobre el apoyo a la investidura de Sánchez

De momento, la formación morada no tiene constancia de ninguna propuesta oficial por parte de Sánchez o de Díaz para que ocupen una cartera, pero han insistido en varias ocasiones en que son los órganos del partido los que eligen qué cargos institucionales ocupan sus dirigentes. También Podemos consultará a su militancia sobre el eventual apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, pero sin circunscribirlo al acuerdo de Gobierno rubricado entre PSOE y Sumar. Esta consulta se lanzará a los inscritos de Podemos cuando se conozca la fecha del debate de investidura.