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El funcionario acosado por Interior acabó con la carrera política del 'guía espiritual' del ministro

Rodríguez Arana dirigía el grupo de meditación y oración de Jorge Fernández en el Opus. La denuncia de Muñiz de que plagiaba sus trabajos provocó su destitución como director del INAP

JUAN CARLOS ESCUDIER

Jaime Nicolás, el alto funcionario que tras 18 meses sin recibir trabajo ha denunciado por acoso laboral a Jorge Fernández Díaz, mantuvo un agrio enfrentamiento con Jaime Rodríguez Arana, ‘guía espiritual' del ministro del Interior, miembro del Opus Dei como él y, por aquel entonces, director del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). El conflicto provocó una reprimenda personal a Arana del titular de Administraciones Públicas de la época, Jesús Posada, y determinó su destitución pocos meses después.

La historia se remonta al año 2002. Rodríguez Arana, un catedrático especializado curiosamente en ética pública, transparencia y buen gobierno, se había granjeado cierto prestigio en el entorno monclovita del PP como teórico del centro político gracias al apadrinamiento de Fraga y de Romay Beccaría. Le precedía una fama de escritor infatigable hasta que Jaime Nicolás denunció el plagio al que eran sometidos sus trabajos por parte de Arana, quien los publicaba con su firma en revistas especializadas. Fue bautizado como 'el plagiador del INAP' por su reiterada costumbre de apropiarse de la propiedad intelectual ajena.

El episodio truncó en buena medida la carrera política de Arana, que había sido subsecretario de Administraciones Públicas con Mariano Rajoy y Ángel Acebes. En la actualidad trabaja en el despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo y se dedica a asesorar a los letrados de la firma en su especialidad: el derecho administrativo.

Paralelamente a su dedicación al INAP, Rodríguez Arana desempeñaba otras tareas que le eran propias de su condición de numerario del Opus Dei. Supuestamente, consistían en la dirección de un grupo de meditación y oración de supernumerarios y simpatizantes de la Obra. Entre los primeros se encontraba el actual ministro del Interior.

Según confirmaron a este diario fuentes solventes conocedoras de las reuniones, Arana convocaba a través de su secretaria y con periodicidad mensual a un grupo más menos compacto de diputados -tanto del PP como de otros partidos- y secretarios de Estado, citas a las que ocasionalmente llegó a incorporarse algún periodista, hoy director de un medio nacional, y hasta el presidente de un club de fútbol.

Fijo en las quinielas era Fernández Díaz, en aquel entonces secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, que con frecuencia se quedaba también a cenar. Los encuentros tenían lugar en la residencia de Rodríguez Arana, una casa del Opus situada en la madrileña calle de Villanueva.

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