La arrolladora victoria del ultranacionalista Viktor Orbán en las elecciones del domingo en Hungría tiene un claro contraste entre la innegable popularidad que profesa entre sus ciudadanos y el creciente aislamiento internacional al que arrincona a su país por sus políticas xenófobas, homófobas y retrógradas. Sus apoyos en el exterior se ciñen a los líderes de los partidos de ultraderecha y al presidente ruso, Vladímir Putin.

Mientras que el resto de los líderes de la Unión Europea mostraban en las últimas horas su indignación por las pruebas de una masacre de civiles por parte de tropas rusas en las afueras de Kiev, Putin dirigía este lunes sus felicitaciones a Orbán, su mejor aliado en el bloque comunitario.

El jefe de Estado ruso expresó en un telegrama enviado a Orbán que "pese a la compleja situación internacional el desarrollo de las relaciones bilaterales responden en su totalidad a los intereses de Rusia y Hungría".

Si bien tiene sintonía con el presidente ruso, Vladímir Putin, con el que comparte algunas políticas conservadoras, el primer ministro húngaro secunda las sanciones de la UE contra Moscú pero se niega a entregar armas a Ucrania.

Como no podía ser de otra manera, en España Vox también ha celebrado por todo lo alto la victoria de Orbán, que ve como una señal del "futuro" que debe seguir Europa. El vicepresidente político de Vox y portavoz, Jorge Buxadé, ha ensalzado además que el partido Fidesz haya logrado ser el más votado pese a los "ataques" y "tergiversaciones" que denuncia que ha recibido desde Bruselas.

Buxadé ha enfatizado en la alianza de Vox con el primer ministro húngaro y ha desprestigiado las críticas que recibe, así como las misiones internacionales encargadas de velar por la seguridad de las elecciones. "Las élites de Bruselas van a seguir buscando fraude, pueden estar años buscando fraude", ha animado el también eurodiputado de Vox, recién aterrizado de Hungría.

Según ha celebrado, Orbán ofrece una opción política distinta a la Europa "globalista, federalista y de oligarcas de Bruselas" y colaborará a recuperar un proyecto europeo "que recupere el sentido de las naciones". "Con toda seguridad esa es la única alternativa para el futuro de nuestro continente", ha avisado.

Buxadé no ha sido el único político de Vox que ha viajado hasta Budapest para acompañar a Orbán en su victoria. También lo ha hecho el eurodiputado Hermann Tertsch, que ha aprovechado la ocasión para criticar con dureza a la presidenta de la Comisión Europea: "Inútiles las amenazas y castigos de Von der Leyen y otros cabecillas no electos de la UE". 

En Francia, la candidata ultraderechista a la presidencia Marine Le Pen, también ha expresado su felicitación a Orbán a través de las redes sociales calificando de "aplastante" su victoria y asegurando que "cuando el pueblo vota, el pueblo gana". 

Otro de los 'amigos' más incondicionales de Orbán en la Unión Europea es el italiano Matteo Salvini. El líder de la Liga Norte ha escrito una extensa felicitación en Twitter: "Solos contra todos, atacados por las izquierdas fanáticas del pensamiento único, amenazados por quienes quieren borrar las raíces judeocristianas de Europa, denigrados por quienes quieren erradicar los valores ligados a la familia, la seguridad, el mérito, el desarrollo, la solidaridad, la soberanía y la libertad. Habéis vuelto a ganar esta vez gracias a lo que a otros les falta: el amor y el consentimiento del pueblo. Vamos Viktor, honor al pueblo húngaro libre".

Por último, en los Países Bajos y Reino Unido, Geert Wilders y Nigel Farage han sido bastante escuetos en Twitter a la hora de felicitar a Orbán: