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Juan Carlos Ondo, líder de la oposición de Guinea Ecuatorial: "El régimen cumple sus amenazas de muerte, hay antecedentes”

Juan Carlos Ondo, expresidente del Tribunal Supremo de Guinea Ecuatorial
Juan Carlos Ondo, expresidente del Corte Suprema de Guinea Ecuatorial, en la redacción de 'Público' durante su visita en Madrid. Público

La última vez que Juan Carlos Ondo, expresidente de la Corte Suprema de Guinea Ecuatorial, pisó el país africano lo hizo a escondidas y escoltado por una misión diplomática española, francesa y estadounidense. Apenas unas horas antes le habían avisado de que el régimen de Teodoro Obiang, que gobierna el país desde hace 45 años, planeaba matarlo. ¿La razón? Denunciar el asesinato de otro juez a manos de la policía.

Desde 2020 vive exiliado en París, desde donde se ha convertido en el líder de Nexos-GE, una plataforma que agrupa las diferentes fuerzas políticas opositoras a los Obiang. Pero, a pesar de la protección que le brinda el país galo, siente el aliento del régimen en la nuca y dice ser conocedor de un plan para acabar con su vida.

Hay antecedentes de que el régimen de Obiang persigue a sus opositores más allá de sus fronteras. De acuerdo con las estimaciones de la Policía Nacional, en cooperación con la Justicia de terceros países, a las que tuvo acceso Público, en 26 años se han contabilizado 14 desapariciones y secuestros de opositores en el extranjero. En España, los tentáculos del régimen de Obiang alcanzaron a cuatro miembros del Movimiento por la Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República (MLGE3R). Uno de ellos, el español Julio Obama, murió en prisión en circunstancias no aclaradas. Guinea Ecuatorial se niega a repatriar el cuerpo. Por su parte, y a raíz de este caso, la Justicia española ha cursado una orden de búsqueda y captura contra los acusados, entre los que se encuentra uno de los hijos de Obiang, Carmelo Ovono.

Juan Carlos Ondo es uno de los principales testigos del caso, razón por la que otro de los hijos del dictador guineano y vicepresidente del país, Teodorín Nguema, publicó en X [antes Twitter] imágenes íntimas del magistrado con una chica y le avanzara que la Fiscalía emitiría una orden de busca y captura contra él por varios casos de corrupción. El alto cargo del país africano ha convertido el proceso judicial en un conflicto diplomático y ha llamado a consultas a su embajador en España, Miguel Edjand.

Público habla con Juan Carlos Ondo sobre la persecución que sufre, pero también, sobre el futuro de un país que lleva 45 años bajo el control total de los Obiang.

Tras la aprobación de las órdenes de detención de la cúpula de seguridad Exterior de Guinea Ecuatorial el régimen ha arremetido con dureza contra usted. ¿Por qué?

Al principio, el Gobierno de Guinea Ecuatorial negó conocer el paradero de los secuestrados, hasta que tuvieron que admitirlo de mala gana. Trataron de justificarlo diciendo que había habido un procedimiento de extradición formal contra los cuatro opositores y que el Gobierno de Sudán del Sur había respondido satisfactoriamente.

Si aquello hubiera sido cierto me hubiera constado, ya que tendría que haber sido yo, en calidad de presidente de la Corte Suprema, el que hubiera tramitado la petición de extradición. Eso fue lo que testifiqué ante el juez de la Audiencia Nacional y ellos se enfurecieron. Me amenazaron a mí y a mis familiares, embargaron mis bienes y detuvieron a un familiar.

¿Ha recibido nuevas amenazas?

Ahora mismo tengo información de que están contratando sicarios para asesinarme en España o París. Lo he denunciado a la policía francesa.

¿Y en España?

Estamos en ello. El año pasado comparecí ante la Comisaría General de Información de la Policía Nacional (CGI) para darles cuenta de las amenazas que estaba recibiendo. Existen antecedentes de que las cumplen. Intentaron asesinar a Pedro Germán Tomo, pero se equivocaron y acuchillaron a su hermano. Los que combatimos la dictadura estamos expuestos.

¿Cómo opera el régimen en el extranjero?

Tienen varios métodos. Primero envían emisarios que te proponen una reconciliación con el régimen, para llevarte a Guinea Ecuatorial y asesinarte. Es la trampa del retorno negociado. Existen precedentes, como el de Eloy Eló Nvé, fiscal general, que fue envenenado en Marruecos. También de Bonifacio Nguema Nsono [exvicepresidente del anterior dictador, Francisco Macías], que murió al poco de volver de su exilio de 20 años.

Cuando llegué a Francia en 2020, me enviaron a un periodista francés de origen congolés que se llama James Benedict Ngumbu, el cual me hizo una propuesta que ignoré. Él no tiene que ver con el terrorismo de Estado, es sólo un ingenuo que la dictadura utiliza.

Después ocurrió el intento de difamación. Se me acercó Pierre Ngó Matip, a quien conocía de Guinea. Se presentó como una persona sensible a los derechos humanos y se ofreció a ayudarme con la creación de Nexos. Me propuso solicitar el apoyo de una fundación de Taipéi (Taiwán), porque es una persona muy bien relacionada. Cuando se dio cuenta de que tenía más que amistad con la chica que aparece en el vídeo, se acercó a ella y sospechamos que le propuso dinero para grabarme, presuntamente con la complicidad del Hotel Hyatt Regency Paris Étoile. Ahora estamos preparando una querella criminal. La bajeza ha sido increíble.

¿Cree que se sienten con impunidad para hacerlo?

Es un Estado con muchos medios. Tienen un importante batallón de abogados. La actual ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, fue su último fichaje para el tema de Teodorín. También fueron asesorados por Dominique de Villepin [ex primer ministro francés entre 2005 y 2007], han solicitado a Laurent Fabius [exprimer ministro entre 1984 y 1986]… Podemos decir que prácticamente toda la crème de París ha trabajado para ellos.

En España ha pasado algo similar

Sí, han contratado a Javier Bermúdez, exjuez de la Audiencia Nacional. Pero ellos también hacen funcionar esos ataques a través de la diáspora. Pierre Ngó solía decirme cínicamente que gasta muchísimo dinero para mantenerla.

Tras las órdenes de detención, ¿qué cree que ocurrirá con el caso?

La experiencia demuestra que Obiang profesa un desprecio total hacia la legalidad internacional. En el caso del proceso francés [por el que se condenó por corrupción al otro hijo de Obiang, Teodorín Nguema], llegaron a simular la cesión de la propiedad de uno de sus inmuebles  a Guinea Ecuatorial, porque la investigación policial estableció que se había adquirido con dinero del tesoro público del país. Aún así, gastan millones en abogados con dinero robado del Estado.

Esto deben entenderlo bien los europeos. Cuando Teodorín paga a un abogado, lo hace con el dinero que roba del Estado. En Francia intentaron lo imposible por obstruir la labor de la Justicia. Aquí han empezado a hacer lo mismo. Ahora un juez español ha estimado que en Guinea Ecuatorial hay garantía de un proceso justo, lo que es una desconsideración hacia las víctimas de la dictadura.

No hay poder judicial independiente en una dictadura de 45 años. ¿Qué garantías va a haber? De haberlas, los cuatro opositores secuestrados habrían tenido alguna vía de impugnación, pero llevan desde entonces aislados en una cárcel en el bosque.

¿Cree que en España su defensa también se paga con dinero robado?

Yo no afirmaría que Carmelo haya pagado a ningún abogado con dinero del Estado, porque él también es empresario. Pero de Teodorín sí lo afirmaría. En España, sí hemos tenido noticias de que una fianza judicial de Cándido Nsue Okomo, cuñado del presidente Teodoro Obiang, en el marco del caso Villarejo, se ha pagado a través de una transferencia del tesoro público de Guinea.

Hablemos de la pugna por heredar la presidencia. Los tres hijos de Obiang tienen causas judiciales abiertas o han sido condenados en el extranjero. ¿Con qué apoyos internacionales cuentan?

Obiang ha hecho una reforma constitucional antidemocrática por la cual impone a su hijo, Teodorín Nguema, como su sucesor. Es una situación que no podemos aceptar después de 45 años de tiranía. Guinea tiene la talla de Galicia, pero con un un millón de habitantes. Ha recaudado más de 70 billones de dólares en renta petrolera pero la tasa de pobreza es del 80%. Antes de que sus enlaces internacionales empiecen a tergiversar cuál de sus hijos tienen que heredar esa deplorable situación, tienen que revertirla.

Pero la comunidad internacional lleva años mirando para otro lado. ¿Cree que Europa apoyaría una transición?

Es una obligación que le impone el nuevo marco que han adoptado, el acuerdo de Samoa. Si la Unión Europea es coherente con sus objetivos, tiene que fomentar el respeto a la democracia. Guinea Ecuatorial no quiere que haya una exigencia de apertura democrática, por eso ha hecho un repliegue al eje chino-ruso.

Sí, pero Europa también tiende a incumplir sus propios propósitos.

El régimen invoca la obligación de no injerencia para legitimarse como delegatario de la soberanía nacional. Pero no lo es, porque una persona que ostenta el poder por fraude no representa al pueblo, sino que se impone a él. La población invoca el deber de asistencia humanitaria.

En una reciente entrevista decía que había iniciado conversaciones para una transición democrática en Guinea Ecuatorial y que, del otro lado, el régimen estaba acumulando armas y tratando de recibir el apoyo del Grupo Wagner. ¿Existe una posibilidad de guerra civil?

En un régimen de esta naturaleza siempre existe el riesgo de implosión. Hay un sucesor constitucional cuya legitimidad podrían cuestionar otros grupos. Guinea Ecuatorial es una cleptocracia. y las élites políticas, intentarán perpetuar esa situación.

¿Qué interés podría tener una potencia como Rusia en Guinea Ecuatorial?

Obiang y su hijo han viajado a Rusia y Bielorrusia para solicitar apoyo. No podemos prejuzgar lo que va a pasar, ni cómo va a evolucionar esa relación, pero constatamos que no ha dado el resultado que el régimen esperaba.

Guinea Ecuatorial suscribió un acuerdo con China para construir una base naval. Numerosas personalidades del gobierno norteamericano viajaron a Guinea Ecuatorial para impedirlo. Esto es de dominio público, a pesar de que el Gobierno lo negó. Actualmente, la base existe, pero no está en funcionamiento.

Por otro lado, los rusos suscribieron un acuerdo militar con Guinea para establecer instalaciones militares en territorio guineano. Nosotros hemos llegado a la conclusión que es para tener derecho para usar la base naval china.

Todo esto solo tiene una finalidad interna. Obiang y su estirpe necesitan socios externos para garantizar su perpetuidad.

Ha comentado antes que Rusia no ha respondido como les hubiese gustado…

Me refiero a que la opinión pública en Guinea lleva tiempo esperando ver un despliegue de Wagner, y no ha pasado. De hecho, se vaciaron los campamentos militares para ellos. En cualquier caso, la cuestión del mercenariado es central en el régimen, que se ha mantenido gracias al terrorismo de estado. Guinea tiene varios acuerdos de cooperación militar con otros países, como con Uganda, que según dicen tiene un contingente de 800 personas, aunque no lo sabemos a ciencia cierta. También sabemos que han tenido acuerdos con empresas israelíes para la seguridad Teodoro Obiang y su hijo, y que tienen un pequeño destacamento de militares chinos para instruir al ejército guineano.

Con todo esto sobre la mesa ¿cree que es posible una transición democrática pacífica?

Es nuestro mayor deseo. La oposición en el exterior, ha planteado la necesidad de un diálogo, pero es el Gobierno quien se resiste. A nivel interno no hay oposición, está doblegada. Así que si hay imposibilidad de avanzar en él es precisamente porque el Gobierno no quiere. Es la comunidad internacional la que tiene que mediar para que acepten una transición pactada.

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