El Estado Islámico (EI) tiene en su poder al menos tres aviones de guerra, del tipo Mig 21 y Mig 23, que ya han hecho sus primeros vuelos en Siria, según ha revelado este viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que citó a testigos y 'fuentes de confianza'.

La ONG señaló que los aparatos han sido vistos en manos de los yihadistas en la zona del aeropuerto militar de Al Yarah, en el este de la provincia septentrional siria de Alepo. Allí, exoficiales del Ejército iraquí, que se habrían pasado al bando de los extremistas, estarían supervisando el entrenamiento para pilotar los aviones. 'Tienen instructores, son oficiales iraquíes que eran pilotos antes para Sadam Husein', ha explicado el presidente de la organización, Rami Abdelrahman.

Vecinos en áreas próximas al aeropuerto de Al Yarah, también conocido como de Keshish, aseguran haber visto al menos una de esas aeronaves volando a baja altura tras despegar desde ese lugar. Según el Observatorio, el EI se hizo con los aparatos, de fabricación rusa, tras arrebatar a las fuerzas del régimen de Bachar al Asad el control de varias bases aéreas en Alepo y Al Raqa, su bastión principal en Siria.

Sobre el terreno, los yihadistas han tomado el control de la isla de Sáker sobre el río Éufrates y situada en la periferia de la ciudad de Deir al Zur, en el noreste de Siria. Los últimos enfrentamientos con el ejército sirio se han saldado con 33 milicianos del EI muertos, ha apuntado el Observatorio. La organización ha señalado además que las fuerzas de Al Asad están bombardeando esa área, que antes estaba bajo su dominio.

Los yihadistas proclamaron un califato en Irak y Siria a finales de junio pasado. El mes siguiente, el EI se hizo con el control de la mayor parte de la provincia de Deir al Zur, a excepción de algunos barrios de su capital homónima y de su aeropuerto militar. Dicha provincia, rica en petróleo, ha sido objetivo de los bombardeos de la coalición internacional liderada por EEUU contra el EI, que ha atacado en las últimas semanas varias refinerías en manos de los radicales suníes.