Más de cinco millones de bolivianos fueron convocados ayer a las urnas en unas elecciones regionales históricas que tienen como telón de fondo la mayor reordenación territorial de Bolivia desde la independencia. El presidente, Evo Morales, las ha convertido en un plebiscito sobre uno de los objetivos centrales de su segundo mandato:crear un Estado plurinacional autonómico.

Ayer, por primera vez, los votantes eligieron de forma directa a sus autoridades departamentales, municipales y regionales. En total se elegirán a 2.502 autoridades, entre las que se encuentran nueve gobernadores, 337 alcaldes y 1.855 concejales. Además serán designados 267 miembros de las asambleas legislativas provinciales, cuyo poder aumentarásignificativamente.

El nuevo modelo autonómico descentralizado, cuya votación en el Parlamento quedó aplazada hasta después de las elecciones, propone que las alcaldías puedan legislar y concede poder a las autonomías indígenas para convertir sus costumbres ancestrales en leyes.

Aunque no se conocerán los resultados hasta dentro de 15 días, todas las encuestas dan la victoria del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Pando. La oposición retendría Santa Cruz y Beni,mientras que Chuquisaca y Tarija son duda.

El MAS es el único partido que presenta candidatos para todos los puestos del país y se beneficiará además del desmembramiento de la oposición. Sin embargo, el Movimiento Sin Miedo, aliados de Morales hasta diciembre, le robará votos, y los analistas creen que podría convertirse en la segunda fuerza política a nivel nacional.

Morales ha pedido a los bolivianos que acudan masivamente a las urnas y esperaba batir un nuevo récord de participación, reduciendo la abstención por debajo del 10%. Es la sexta vez que Morales se somete al voto popular desde 2005. El pasado diciembre fue reelegido presidente de Bolivia con más del 60% de los votos.