La mayoría de los analistas y observadores del tema cubano en EEUU consideran que los cambios promovidos por Raúl Castro en su Gobierno fortalece el sector económico y sirven para preparar un nuevo capítulo en las relaciones entre ambos países.

Sin embargo, la congresista conservadora por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, no opinaba de la misma manera. 'No importan los títulos que le ponga a uno y otro, en Cuba hay una tiranía', afirmaba. En su opinión, sólo para aquellos que excusan la política de la Habana 'estos cambios se ven como el inicio de una serie de medidas'.

Esta dirigente política de origen cubano habló recientemente con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y a pesar de que reconoció estar a favor de liberalizar los viajes y las remesas, le pidió 'que se mantenga el embargo hasta no lograr la libertad'. También solicito 'ayuda y apoyo para la disidencia y en especial para el preso Óscar Elías Biscet', en prisión desde 1999.

También la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) considera que la reestructuración del Ejecutivo muestra el deseo del régimen de perpetuarse en el poder: 'Nuestra experiencia nos conduce a creer que estos cambios fueron efectuados como respuesta a la percepción de una amenaza y, por lo tanto, no conducirán a cambios democráticos o positivos, sino que de hecho representan un intento de realinearse para perpetuarse en el poder'.

Por el contrario, Carlos Saladrigas, director del Cuba Study Group, comentó que 'Raúl consolida todas las posiciones económicas y sitúa a un hombre conocedor de EEUU, de su política y de su idiosincrasia, como Bruno Rodríguez, al frente de Exteriores'. Tampoco ven con malos ojos el nombramiento de Rodrigo Malmierca, ex embajador en la ONU, como responsable del área económica en la isla.

Saladrigas observa en la designación de Ramiro Valdés, 'un nombramiento simbólico'. En programas de radio y televisión, los analistas coincidieron al apuntar que Raúl aún debe esperar al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) para poder 'manejar las riendas del poder con plena libertad'.

En el próximo congreso, que se celebrará en diciembre de este año, se espera la sustitución de Fidel como primer secretario del partido, y se supone que este cargo clave será trasferido a Raúl, lo que en opinión de Saladrigas 'le permitirá seguir su proyecto de continuidad, pero con su propio sabor raulista'.