El arquitecto Santiago Calatrava, imputado por presunta malversación y fraude a la Administración junto con el expresident balear Jaume Matas en el llamado caso de la Ópera, es desde ayer nuevo embajador honorario de la Marca España. Iniciativa del Foro de Marcas Renombradas, una fundación en cuyo patronato participa el Gobierno, la designación como embajador distingue a quienes 'más han contribuido al fortalecimiento de la imagen de España en el exterior'. La entrega de acreditaciones, donde el arquitecto fue ayer el único embajador honorario ausente, estuvo presidida por Felipe de Borbón y su esposa Letizia. La titular de Exteriores, Trinidad Jiménez, asistió al acto 'para acompañar a los príncipes de Asturias', aseguran en su departamento. Calatrava permanece imputado tras haber cobrado, en un plazo meteórico, 1,2 millones de euros por un proyecto fantasma auspiciado por el PP, el de la Ópera de Palma.

Ayer, Exteriores remitió a Público al Foro de Marcas Renombradas para conocer más detalles sobre la elección de Calatrava como embajador honorario. Las fuentes consultadas en el Ministerio remarcaron que el Gobierno, aun participando en el patronato de la fundación Foro de Marcas Renombradas, carece de potestad para vetar a ningún candidato. Del patronato también forman parte el Ministerio de Industria, el Icex y la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Los portavoces del Foro de Marcas renombradas, que agrupa a las empresas más señeras del país, aseguraron que la nominación de Calatrava se produjo a mediados de septiembre de 2010. Y que fue posteriormente refrendada por el patronato de la fundación. Según esta versión, es un 'jurado de independientes' cuya composición no quiso desvelar la fundación el que elabora la lista de nuevos embajadores honorarios. 'A Calatrava se le nomina meses antes de que se conozca su imputación', relatan en Marcas Renombradas. ¿Y qué ocurre si la fundación seleccionase a alguien que luego se viera envuelto en un monstruoso escándalo? 'Se estudiaría, pero prima la presunción de inocencia', fue la respuesta.

Calatrava posee la condición de imputado en el caso Ópera desde el 11 de febrero, cuando declaró ante el juez, aunque su citación se conocía desde diciembre. El arquitecto cobró del Govern 1,2 millones por la supuesta redacción del proyecto de la Ópera de Palma, anunciado por Matas en la campaña electoral de 2007. Tras su llegada al Ejecutivo balear, los socialistas descubrieron indicios de que el contrato, además de amañado, tenía un objeto ficticio. Matas, concluyeron luego la Fiscalía Anticorrupción y el juez, no pensaba construir la Ópera. Tan sólo lograr votos.

El contrato con Calatrava para diseñar la Ópera se firmó el 27 de abril de 2007. El arquitecto cobró antes de que el socialista Francesc Antich tomara posesión como nuevo president en julio de ese año. De su trabajo quedan como rastro una maqueta y un vídeo. El de la Ópera no fue el único proyecto fantasma que reportó ingresos a Calatrava. En 2005 cobró de la Generalitat valenciana 2,5 millones por diseñar rascacielos inviables. En 2009, y pese a incumplir el contrato, recibió 2,7 por bosquejar el Centro de Convenciones de Castellón, cuya construcción paralizó un juez.