En el día después, mientras unos Izquierda Unida animaron a 'enseñar los dientes' contra el recorte, otros las comunidades autónomas improvisaron cuentas y afilaron la tijera que podará también los sueldos de diputados, senadores y parlamentarios autonómicos en aquellas cámaras que acepten predicar con el ejemplo.

Liderando la respuesta crítica, IU defendió ayer el recurso a la huelga general 'contra el poder económico y el Gobierno' que, según su coodinador federal, Cayo Lara, 'está de rodillas ante el poder financiero'. Su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares, llamó a una respuesta masiva en la calle 'cuanto antes' para condenar un 'ataque sin precedentes' a los trabajadores mientras los especuladores, 'que son los que han provocado la crisis, se van de rositas'.

Las formaciones que se sientan a la izquierda del PSOE capitanearon las críticas. ERC agitó la bandera territorial frente al ajuste al advertir de que la crisis 'no sólo la deben pagar los catalanes'. Según ejemplificó el líder republicano, Joan Puigcercós, en Catalunya hay menos autovías que en otros lugares, pero los catalanes tienen más peajes.

El presidente de ERC empleó esta fórmula para denunciar la 'insolidaridad' que, a su juicio, existe entre las autonomías. Desequilibrio alimentado, según criticó, por el hecho de que algunas 'malgasten' recursos públicos, algo que el Govern no hace.

Desde Euskadi, el PNV, menos refractario al recorte, admitió que 'tendrá que sumarse' a las 'duras' medidas anunciadas por el Gobierno. El presidente del partido nacionalista, Iñigo Urkullu, consideró 'insuficientes' las iniciativas de ajuste y se mostró partidario de que se hubieran reeditado los Pactos de la Moncloa para analizar la situación económica.

Mientras tanto, los presidentes del Congreso y el Senado comenzaron ayer a estudiar cómo trasladar el recorte a los sueldos de los parlamentarios, que perderán un mínimo de 470 euros al mes si se les aplica una rebaja del 15% en sus nóminas.

'El esfuerzo lo debemos comenzar por nosotros mismos', admitió el número dos del Grupo Socialista, Eduardo Madina. 'Es un ajuste doloroso, pero haremos el sacrificio', replicó la portavoz conservadora, Soraya Sáenz de Santamaría. Varias cámaras autonómicas Baleares, Canarias y Andalucía, por ahorase sumarán a este intento ejemplificador.